Hola!! Vaya, si me vieran la cara seguramente se me caería de la verguenza. En serio que siento muchísimo haber abandonado el blog por tanto tiempo, pero quiero que sepan que nunca he pensado no terminar mis fics.Más adelante publicaré una entrada con las debidas disculpas y explicaciones de mi desaparición. Les dejo este capi y aviso que aunque parezca que ya es el fin, pues no, todavía falta un poquito de drama XD. Por último aviso, que ya estoy escribiendo MRS solo que ha sido tan difícil plasmar mis pensamientos, pero pronto habrá actu :)
Como siempre no puedo dejar de agradecer a mis queridas lectoras, aunque no sé si alguien me leerá aún ;-;. Les dedico este capi a Milagros, Anónimo??, Myleena Sena, Mari, YuukiNii, Yuniel, Ji Sang Song, y a Anónimo 1 y Anónimo 2(de Salinas, mi paisana)???
CAPÍTULO 11
—
Kibum… ¿seguro estás bien? — preguntó Jonghyun con cautela.
Él
y Jinki, además de Taemin y Suzy quienes se les habían unido durante el
partido, lo habían acompañado a su casa después de salir de la cancha de
fútbol.
El
rubio se veía impasible, como si el ver a Minho besarse con Krystal no le
hubiese afectado. Pero a ellos; sus amigos, no podía engañarlos. Esa máscara fría
y sin emociones escondía tristeza y
desilusión.
Apenas
llegaron a la casa, Kibum se había encerrado en el baño. Sus amigos preocupados
habían tratado de que saliera de allí, pasaron varios minutos de incertidumbre
antes de que el rubio apareciera con el rostro mojado e impasible.
Les
había pedido que lo dejaran solo, pero ninguno estaba dispuesto a salir de esa
casa hasta que pudieran hablar de lo que había pasado, pero era difícil hacerlo
cuando el rubio fingía que nada había ocurrido.
—
Ya te dije que estoy bien, Jong — le respondió con tranquilidad fingida.
Jinki
se le acercó, acariciándole el hombro: — No es bueno que tomes esa actitud,
Kibum. Nosotros estamos aquí para ti y no te vamos a dejar hasta que saques
todo lo que tienes guardado en tu interior.
Aquellas
palabras, resquebrajaron la máscara de Kibum y abrazando intempestivamente a
Jinki, lloró:— Pensé que podía olvidarlo, que lo mejor era que él fuera feliz
con alguien sano, alguien que pudiera ser un novio normal… pero no puedo, Jinki —confesó entre sollozos, — lo amo y no
soporto verlo con alguien más, yo… —gimió con angustia, expresando todo aquello
que lo estaba lastimando — … quiero que esté conmigo y que me diga que me ama
porque lo necesito, necesito que me diga que todo va a estar bien.
—
A veces tomamos decisiones precipitadas pensando que son las mejores en el
momento — dijo Jinki, acariciando con ternura la espalda de Kibum. — Todos aquí
entendemos que tú no querías ser una carga para Minho, pero quizá lo mejor
hubiera sido que hablaras claramente con él y le explicaras que tu enfermedad
había empeorado. Yo estoy casi seguro de que él lo hubiera entendido, te
hubiera apoyado… y se habría podido evitar todo este dolor que sientes ahora.
»Pero ¿Sabes? No creo que sea tarde, a
pesar de lo que vimos hoy no creo que lo que sentía por ti se haya esfumado con
tanta facilidad. — ante aquello, el rubio levantó la cabeza mostrando su rostro
empapado en lágrimas. — Tal vez no te diste cuenta, pero antes de que Minho se
acercara a besar esa chica, te miró a ti y no sé si yo me equivoco… pero vi anhelo
en su expresión, te miraba de la misma forma que cuando ustedes estaban juntos.
— Yo también lo vi, Kibum —intervino
Taemin—. En mi opinión, él beso a la chica para darte celos.
—Sí, yo estoy de acuerdo. —secundó Suzy, agregando—:
Además, pienso que le molestó ver a Woohyun, seguro porque piensa que es tu
novio.
—Eso es lo peor —sollozó de nuevo, Kibum—.
Yo le mentí, le dije que le había engañado, que tenía un novio al que amaba y
que solo había jugado con él.
— Ya cálmate, Bummie. Todo va a estar bien
—trató de consolarlo, Jinki. Esperaba que Woohyun hablara con Minho y que eso
lograra solucionar las cosas.
+—+—+
Woohyun había esperado a Minho por más de
tres horas. No se había marchado del lugar porque entendía que el chico estaba
celebrando el campeonato pero ya hace media hora que los festejos habían cesado
y Minho aún no aparecía. Woohyun no estaba dispuesto a alejarse de aquella
cancha sin antes hablar con el chico, tenía que hacerlo por Kibum. Decidido a
no esperar un minuto más, se dirigió a los camerinos pero no tuvo que caminar
mucho ya que en su dirección venía Minho.
—Ya era hora de que dignaras a aparecer,
niño —le increpó enfadado el enfermero.
—Estaba ocupado, no todos los días se gana
un campeonato intercolegial —le respondió con hostilidad—. Mira, no me interesa
nada de lo que tengas que decirme. Ahora si me disculpas, mis amigos me esperan
para ir a una fiesta.
—Kibum y yo no somos novios —soltó Woohyun
intempestivamente, tratando de evitar que Minho se fuera.
—Qué ¿Terminaron? —espetó el alto —. No me
interesa…
—Nunca lo hemos sido —le interrumpió el
enfermero.
Minho lo miró con escepticismo.
—Kibum me pidió que me hiciera pasar por
su novio. Al principio no entendí por qué, pero después cuando fui conociéndolo
más… me di cuenta que lo hizo por ti.
—No entiendo ¿Entonces tú no eres ese
novio del que me habló? —susurró confundido el alto.
—No existe tal novio —aclaró Wooohyun—. Yo
no soy la persona adecuada para decírtelo pero, Kibum te mintió. Él quería que
te alejaras de él y por eso te dijo que te había engañado para vengarse de ti.
—Si no me quería, debió decírmelo de
frente y no inventarse cosas…
—No se trata de eso. Él piensa que, debido
a que el tratamiento de su enfermedad consume demasiado de su tiempo y energía;
tú no querrías estar con él. Cree que te mereces a alguien sano.
—¿Su enfermedad? Hasta donde yo sabía él
estaba estable, tomaba medicación y tenía una dieta rigurosa pero aparte de eso
¿Está bien o no?
—Desde hace un par de meses que los
riñones de Kibum ya no funcionan, por eso necesita someterse a un procedimiento
que reemplaza sus funciones. Los efectos secundarios del tratamiento no son ni
un poco agradables, en algunas ocasiones está tan agotado que no tiene ganas de
levantarse de la camilla. Además, pueden presentarse infecciones en el área
peritoneal debido al implante del catéter y créeme el asunto no es cómodo.
—No puedo creer que Kibum haya preferido
alejarse de mí antes que explicarme por lo que estaba pasando —expresó Minho
con tristeza.
—Viendo la forma en la que todos estos
chicos te admiran y te alaban y lo mucho que lo disfrutas, no me parece extraño
que Kibum piense que sería fácil reemplazarlo.
—Es cierto, me gusta la atención y los
elogios, en ocasiones me aprovecho de eso. Pero mientras estuve con Kibum, nada
de eso me importó. Él se merece todo y yo me esforcé para cambiar y ser mejor
persona. Pensé que se lo estaba demostrando, pero veo que no fui lo
suficientemente convincente…
—Creo que ya dije todo lo que tenía que
decir. Ahora más que nunca entiendo que estaba perdiendo mi tiempo queriendo
conquistar a Kibum. Él no me hubiera correspondido ni en un millón de años.
Hoy, solo con verte en la cancha su rostro se iluminó, es la primera vez que lo
veo tan contento.
»Él te ama, tú lo amas. Creo que ambos
deben aclarar las cosas y ser felices —aseguró Woohyun, alejándose de Minho. —Espero
verte pronto por el hospital —concluyó despidiéndose alzando la mano.
+.+.+.+
Eran ya pasadas las ocho de la noche
cuando el timbre de la casa de Kibum resonó. En ese momento, su padre estaba en
la sala conversando con los amigos de su hijo. Él no se había enterado de la
ruptura de la relación de Kibum y Minho, el primero no se lo había dicho para
evitar explicarle lo que había pasado. Cuando preguntaba la razón por la que el
novio de su hijo no había ido a la casa, este le respondía que se debía a que
estaba muy ocupado estudiando y practicando para llegar a la final del
Intercolegial de fútbol.
Cuando el Señor Kim había llegado a su hogar
se había encontrado con su sobrino y los amigos de su hijo en la sala del
lugar, su hijo ya se había ido a dormir y ellos esperaban que él llegara para
marchar a sus respectivos hogares. Les había pedido que se queden un poco más,
para tratar de averiguar cómo estaba sobrellevando su hijo la enfermedad,
después de todo ellos pasaban más tiempo con él.
Jonghyun se ofreció a abrir la puerta y
así lo hizo, pero grande fue su sorpresa al ver que se trataba de Choi Minho.
—¿Qué haces aquí, Choi? —inquirió Jonghyun
en voz baja.
—Necesito hablar con Kibum —solicitó el
chico alto.
—Ya se fue a dormir, estaba muy agotado
después de tanto llorar. —declaró Jonghyun.
—¿Llorar? ¿Kibum lloró? ¿Se sentía mal?
¿Se trata de su enfermedad? — preguntó de corrido Minho, algo desesperado.
—Sí, lloró. Sí, se sentía mal pero no por
su enfermedad sino porque al idiota que ama se le ocurrió besarse delante de él
con una chica.
—Las explicaciones se las daré a Kibum,
además… él dijo cosas que no eran ciertas…
—¡Minho! ¡Hace tiempo que no te veía! —
irrumpió el Sr. Kim, su sobrino se estaba tardando demasiado en regresar y él
había decidido ir a ver qué le estaba reteniendo.
—Buenas noches, señor. Yo vine a ver a
Kibum, pero Jonghyun ya me dijo que él está durmiendo.
—Sí, pero si quieres ¡pasa! Me gustaría
saber que tal va el Intercolegial…
—De hecho, señor… la final fue hoy y
afortunadamente la ganamos. —alegó Minho con orgullo.
—¡Bien hecho, chico! ¡Te felicito! No
esperaba menos de ti.
—Gracias, no solo fue mi mérito sino de todo
el equipo.
—Sí, por supuesto. Me extraña que Kibum no
me dijera nada…
—El no se ha estado sintiendo bien, tío.
Hoy fuimos a ver el partido pero enseguida vinimos aquí porque Kibum no estaba
para celebraciones —trató de justificar Jonghyun al rubio.
En ese momento, aparecieron Jinki junto a
Taemin y Suzy. Ya era hora de irse y aprovecharon el momento para despedirse.
Después de que todos ellos se fueron, Minho aún seguía parado en la puerta de
la casa de Kibum tratando de despedirse del padre de Kibum, pero el Sr. Kim se
negaba a que se fuera tan rápido. Debido a la fuerte empatía que había
desarrollado con Minho quería hablar un rato con él sobre temas que a ambos les
apasionaban.
Al final, Minho cedió y entró a la casa
para conversar un momento con el Sr. Kim. Por la manera en la que lo había
recibido, estaba convencido de que Kibum no le había dicho nada de su
rompimiento. Lo que hizo que se sintiera muy incómodo.
+.+.+.+
Kibum les había dicho a sus amigos que
necesitaba dormir. Pero lo cierto era que lo único que quería era llorar sin
que nadie le molestara. Había permanecido acostado en su cama, sollozando sin
parar. Llegó un momento en el que la cabeza comenzó a dolerle debido a la
fuerza de su llanto y con el tiempo el dolor se hizo insoportable, así que con
el propósito de buscar una pastilla en el botiquín del baño salió de su
habitación.
Caminó por el pasillo tratando de no hacer
ruido, pero sus sigilosos pasos se detuvieron cuando escuchó la risa de su
padre y la voz de alguien más en la planta baja. Una voz que hace tiempo no
escuchaba, ¿Sería posible que…?
En la sala de estar, Minho compartía con
el señor Kim algunas anécdotas del Intercolegial de fútbol:
—Es verdad, señor… en ese momento creí que
haría el ridículo… — el alto dejó de hablar al ver a Kibum frente a él, quien tenía
puesta un pijama blanco con nubes rosas. Enseguida se levantó de su asiento al
ver el rostro pálido y ojeroso. — Hola, Kibum… yo vine aquí porque quería
hablar contigo —dijo apresuradamente.
—Bummie,
hijo… ¿Te sientes bien? Estás demasiado decaído, ¿Quieres que llame a tu
doctora…? — intervino el señor Kim, al observar el semblante de su hijo.
—No papá, no es necesario… — lo único que
el rubio quería era hablar con Minho, así que le pidió a su padre que lo dejara
solo con el alto. El señor Kim, a pesar de encontrar la situación extraña,
asintió y se despidió de Minho antes de subir a su habitación.
Pasaron varios segundos sin decirse nada,
luego fue Minho quien se decidió a hablar:
—¿Te sientes bien? Si no es así, podemos
hablar mañana en la escuela — ofreció el alto, al ver el semblante decaído del
otro.
Kibum negó con la cabeza y Minho lo tomó
como señal para continuar hablando:
—Yo… hablé hoy con tu amigo…el que fue al
partido contigo, me aclaró que nunca fueron novios y que me habías mentido porque
querías alejarme de ti…
Kibum se sorprendió por las palabras de
Minho, Woohyun no tenía derecho a decirle esas cosas pero quizá así era mejor,
estaba cansado de fingir:
—Lo siento — balbuceó el rubio—. Lo siento
mucho, yo solo quería que encontraras a alguien más, alguien que no esté
enfermo como yo…
—Creí que te había demostrado que nada me
importaba más que tú, en todo el tiempo que estuvimos juntos siempre fuiste
todo para mí… solo tenía ojos para ti, incluso me alejé de mis amigos para
estar más tiempo contigo, pero ya veo que nada de eso sirvió para demostrarte
que te amaba. ¿Cómo pudiste creer que te haría a un lado por tu enfermedad? —le
reprochó Minho, con los ojos brillantes por el líquido contenido en ellos.
—No quería que sintieses que yo era una
carga… necesito ir al hospital para que me apliquen mi tratamiento y a veces me
siento tan mal que no quiero seguir más; hay días en las nauseas son
insoportables, el dolor en el abdomen no me deja dormir, me pongo de mal humor
y lo único que quiero es quedarme en la cama… —confesó el rubio, llorando. —Tú
puedes conseguir a quien sea, más bonito… más saludable que yo. No tenías por
qué aguantar los efectos de mi enfermedad…
—Más bonito, más saludable — repitió
Minho. —Entonces crees que yo soy superficial ¿Cierto? Que preferiría a alguien
sobre ti solo porque es más hermoso o más saludable… sin importar los
sentimientos.
—No lo entiendes, Minho —replicó Kibum,
desesperado.
—Sí, entiendo… entiendo que no confíes en
mí, creo que nuestro error fue el apresurar una relación entre nosotros. Quizá
debimos conocernos más antes de ser novios, debí mostrarte de mejor manera
quien soy, si lo hubiera hecho tal vez no hubiéramos sido más que amigos…
—¡No! ¡Yo no quiero ser tu amigo! ¡Nunca
he querido ser solo eso para ti! — gritó el rubio, mientras sendas lágrimas
corrían por sus mejillas. —Desde la primera vez que te vi en primer año supe
que tú serías el único, desde ese momento te amé y aunque pensé que nunca
podría estar contigo… siempre estabas y estás en mis pensamientos. —admitió
Kibum, tratando de secar sus lágrimas con la manga de su pijama.
»A veces fantaseaba con que te me declararas,
imaginaba cómo sería estar entre tus brazos… sentir tus labios sobre los míos.
Por mucho tiempo pensé que encubría muy bien mis sentimientos hacia ti, pero mi
primo y mis amigos se dieron cuenta, constantemente insistían en que debía
arriesgarme, acercarme a ti y averiguar si algún día sentirías algo por mí. —confesó
el rubio, con la voz débil y entrecortada. Minho permanecía parado, estático y muy
sorprendido por aquellas palabras.
»Entonces un día… Jonghyun me entregó un
papel con la dirección de tu casa, dijo que Jinki había hablado con Joon para
que te convenciera de que yo era la mejor opción como tutor. — continuó
diciendo Kibum. —Me sentía feo, hasta ese momento no había cuidado de mi
aspecto físico. Usaba unos lentes horrorosos y ropa muy holgada y pasada de
moda porque quería pasar desapercibido, no quería que alguien me pusiera
atención porque estaba seguro de que, una vez que supieran que estaba enfermo
me harían a un lado. —agregó con una sonrisa triste.
»Yo siempre insistía en que tú no te
fijarías en mí siendo que estabas rodeado por chicos y chicas hermosas; por
eso, mis amigos y primo me llevaron a conseguir ropa nueva, lentes de contacto
y un nuevo corte de cabello. La primera vez que me vi en el espejo después de
eso, no me reconocí; pero pensé que tal vez con ese nuevo aspecto te fijarías
en mí y no había nada más que yo deseara. —expresó nostálgico. —No esperaba que
cayeras rendido a mis pies pero tampoco pensé que te disgustaría que yo pudiera
tener bebés, muchas personas me ven diferente cuando se enteran, pero el que tú
me rechazaras por eso fue horrible, desde ese momento decidí que si tú no me
querías yo debía seguir adelante. Tú tenías una linda novia y yo era un idiota
ingenuo que soñaba con imposibles.
»Acepté salir con Siwon convenciéndome de
que quería un nuevo comienzo, pero lo que deseaba en realidad era que tú te
pusieras celoso. Y no sé si sirvió de algo, pero yo estaba desesperado porque
tú mostraras algún interés en mí. El día que me llevaste fuera del comedor…
cuando me confesaste lo que sentías por mí y me preguntaste si quería ser tu
novio fue uno de los mejores días de mi vida. Los momentos más felices de mi
vida, me los has dado tú; mi primer beso, mi primer te amo y mi primera vez
haciendo el amor… yo sólo quiero que seas igual de feliz Minho, y creí que lo
serías lejos de mí con alguien que pudiera darte todo lo que necesitas… pero ya
no puedo, no soporto que estés con alguien más, me lastimó mucho que besaras a
Krystal, el dolor que me provoca saber que ya me olvidaste es peor que lo que
siento por mi enfermedad —sollozó dolorosamente.
Minho acortó la distancia que los separaba
y lo abrazó, tratando de tranquilizar ese desconsuelo y desesperación con la
que se expresaba su gatito. Estaba consternado, jamás se hubiera imaginado que
Kibum sintiera tanto por él y durante tanto tiempo.
—No te he olvidado, gatito — le aclaró el
alto, mientras seguía sosteniendo en sus brazos a Kibum. —¿Cómo podría hacerlo,
si eres lo más hermoso que me ha pasado? Tú eres al único que quiero amar, sin
importar que estés enfermo... para mí no hay nadie mejor, gatito. Sé que soy un
idiota por no haberme fijado antes en ti, porque eres hermoso Kibum, pero no
solo en el exterior sino también aquí — dijo Minho, colocando su mano sobre el
lugar donde se encontraba su corazón.
Kibum miró al alto. Y cuando los ojos felinos se encontraron con los
del alto, una dulce sensación de tranquilidad lo envolvió por completo, en ese
momento supo que todo iba a estar bien; porque en los orbes marrones de Minho
solo había amor y sinceridad.
—Yo estaba celoso, me disgustó mucho el
ver a… tu amigo en el partido. Creía que me lo estabas restregando en la cara…—confesó
Minho, estrechando a Kibum en sus brazos.
—Woohyun es mi enfermero, él me suministra
el tratamiento cada vez que voy al hospital. Desde el principio congeniamos muy
bien y me ha ayudado mucho a aceptar mi realidad. Él es una buena persona, por
eso aceptó fingir ser mi novio —aclaró el rubio más tranquilo, en un susurro
amortiguado por el pecho de Minho.
—Ahora entiendo por qué me dijo que nos
veríamos en el hospital.
— Me equivoqué demasiado, no debí decir
todas esas cosas estúpidas para alejarte de mí, sé estás saliendo con Krystal
pero ya no puedo…
— Krystal y yo no estamos saliendo, solo
somos amigos. Ya te dije que estaba celoso y quería que tú también lo estuvieras.
Sé que esta situación en parte también es mi culpa, yo no te demostré lo
suficientemente bien cuanto te amo y te prometo que de ahora en adelante me
esforzaré para hacerlo.
—¡No, Minho! Tú no tienes la culpa de mis
inseguridades, soy yo el que debe tratar de superar sus miedos e inmadurez.
—Bummie… sé que cuando nos conocimos me
comporté como un idiota y tal vez por eso tu pensaste que volvería a tener esa
actitud… pero créeme que ya no pienso como lo hacía en esos días… solucioné
completamente mis problemas con mi padre y padrastro, inclusive somos amigos
ahora y ni hablar de mi hermanito… es lo más tierno que pueda existir en este
mundo.
»Pero lo que quiero decir gatito… es que
desde que estoy enamorado de ti soy una mejor persona, he superado esos
estúpidos prejuicios y jamás te dejaría porque puedes tener bebés o estés
enfermo ni nada parecido. Estos meses que estuvimos separados fueron un
infierno, me dolía tanto pensar en que estarías con tu novio, besándolo,
sonriéndole… en su cama, eso me ponía enfermo, porque ni un solo segundo he
dejado de amarte —confesó, acariciando la mejilla de Kibum—. Además, por si
quieres saber… es una gran ventaja que puedas concebir niños, así en el futuro
no nos preocuparemos por ese aspecto —expresó el alto, besándole la frente—. Y
créeme que me encantaría quedarme contigo pero ya es muy tarde y tengo que
irme, así que dame un beso de despedida —pidió de pronto, acercando sus labios
a los del rubio.
En ese momento, no había persona más feliz
en el mundo que Kibum. Ahora ya no había duda de que era totalmente
correspondido. Esas palabras del alto, derrumbaron todas sus inseguridades.
—Te prometo que no dudaré más de ti,
Minho. Tú también me hiciste mucha falta… había días en los que no podía
dormir, te extrañaba demasiado y me desesperaba porque creía que no volvería a
tenerte junto a mí.
—Ahora estoy aquí, Bummie. No me voy a ir —
aseguró Minho, besando los dulces labios acorazonados.
—¿Entonces ya somos novios otra vez? —
inquirió el rubio en tono infantil.
—Claro que sí, bonito. Ahora dame un beso que
me dure hasta el siguiente año.
—Tan bobo —le recriminó Kibum sonriente.
Enseguida volvieron a unir sus labios, demostrándose así cuánto se habían
extrañado.
—¿Mañana tienes que ir al hospital? —
indagó separándose apenas de aquellos labios que lo volvían loco.
—Sí, tengo que ir allí pasando un día.
—Entonces desde ahora en adelante iré
contigo a todos los tratamientos… y no me digas que no es necesario —enfatizó
Minho, cuando vio la expresión de Kibum—. Soy tu novio, te amo y quiero estar
ahí para ti siempre— concluyó determinante.
Kibum asintió, completamente dichoso por
haber recuperado a Minho.
—Yo también te amo, mucho.
—.—.—
Al día siguiente, Kibum y Minho volvieron
a ir juntos al colegio. Y mientras que a los admiradores de Minho les había
disgustado mucho enterarse de que habían regresado, a los amigos de Kibum les
había alegrado. Porque lo correcto era que Kibum sonriera y estuviera de buen
ánimo y no que siguiera depresivo y con la mirada perdida. Parecía que por fin,
todo estaba bien.
A partir de ese momento, los días que
Kibum debía ir al hospital, Minho lo acompañaba y esperaba por él hasta que
terminaba el tratamiento; luego iban a la casa del rubio donde Minho preparaba
algo para comer, después hacían juntos sus tareas y al final de la noche el
alto se despedía de Kibum con un beso lleno de amor.
Muchas veces, Kibum estaba decaído, de mal
humor e incluso no quería ver a Minho. Pero este nunca desistió, y por más
desaires que el rubio le hiciera; siempre estaba a su lado tranquilizándole, abrazándole,
diciéndole palabras de cariño.
En las ocasiones que Kibum, debido al
cansancio por el tratamiento no quería nada más que dormir, Minho lo entendía y
lo llevaba directamente a su casa, donde lo ayudaba a prepararse para ir a la
cama; incluso se acostaba con él hasta que el rubio se dormía, entonces dejaba
un beso en la mejilla de su amor y se marchaba a su casa.
Por otra parte, los días en los que Kibum
no iba al hospital, eran más tranquilos, más normales. Cuando salían del
colegio, iban directamente a la casa de Minho, ahí disfrutaban de su tiempo
juntos, mirando una película, jugando algún juego de mesa o haciendo tarea y en
algunas de las tardes en las que la madre de Minho no estaba en la casa, ellos
aprovechaban para hacer el amor.
Al principio, después de su
reconciliación; Kibum no había querido intimar con Minho porque se sentía
avergonzado por el catéter implantado en su abdomen. Después de tanto insistir,
diciéndole al rubio que no le importaba en lo absoluto; Kibum había cedido a que
su novio lo desnudara. Y al comprobar que a Minho no le importaba el dichoso
catéter, Kibum se había sentido muy especial y amado porque Minho se mostraba
más apasionado y desinhibido al tocarlo y besarlo, susurrándole palabras de
amor tan cursis que en ocasiones le hacían reír, pero que también llenaban su
corazón de pura felicidad.
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Una de las razones por las que me he demorado tanto en actualizar es que no me convencía lo que había escrito de este capítulo, lo comencé a escribir hace meses y lo finalicé hace como un mes y no me convencía para nada, porque mi intención era que quedara claro por qué Kibum hizo lo que hizo y por qué Minho es capaz de perdonarlo. También quería dejar muy en claro qué es lo que tiene Kibum y lo que tiene que pasar a diario por su enfermedad. Y bueno, no digo más... chau XOXO.
9 comentarios:
Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii Alfin!!!Gracias por la conti la eh esperado por meses!
Me encanto el capppp! el Minkey esta junto de nuevo *w* como debe ser!ya se aclararon los problemas!Sigue asi!!!me encanta el fic!espero con ansias la contiiiiiy del otr fic tambien!
saludos!!!!nwn
OMG!!!! El capitulo me ha encantado ^^ creo que ya te lo he dicho antes xD pero escribes genial!!!!! esperaba con ansias la actualizacion y espero que llegue pronto la del otro fic :33 Muchos animos y saludos Alessa !! <33
Había perdido las esperanzas de que llegaras a actualizar algún día.
Pero con que sorpresa me llevo, me ha encantado el capítulo un montón!!! Espero que ya empieces a actualizar con normalidad :)
Espero el otro con ganas.
Vaya acabo denencontrar tu fanfic, y me pique muchisimo, por lo que me di cuenta ya habia leido los oneshots que subiste, amo tu manera de redactar, no soy tan fan del minkey, soy mas 2min pero este fic esta hermoso, espero y lo termines. :) Espero con muchas ansias la actualizacion.
Hola!! perdón por la demora inmensa, me alegra mucho que te haya gustado, te agradezco por leer. Un abrazo
Hola Sofía!! que bueno que te haya gustado, no creo que escriba genial pero igual te agradesco por el cumplido. Mucho saludos para ti y gracias por comentar y sí, en unas horas publico el capi de otro fic :)
Hola Mari!! sé que tardo mucho pero creéme que nunca he pensado dejar de escrbir. Yo también espero que pueda volver a actualizar con normalidad en serio qie me desespero por no hacerlo. Muchas gracias por comentar y muchos abrazos y besos.
Hola!! me alegro mucho que te hayas arriesgado a leer este fic ;). Jaja ojalá te decidas a cambiar al lado oscuro(el del Minkey XD) Muchas gracias por considerar a este fic hermoso, creéme me esfuerzo mucho para que quede aceptable. Gracias por comentar y saludos!!!
sin duda es uno de mis fanfics preferidos, ojala termines de escribirlo por que enverdad me gusta la forma en que escribes
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