RESUMEN: Su relación se basaba en el sexo, al menos
así era para uno de ellos. Pero el otro quería más que encuentros sexuales y
como aparentemente no puede tenerlo, decide alejarse de aquella persona. ¿Qué pasa
cuando aquel aparece de nuevo en su vida? ¿Podrá su relación tener una
oportunidad?
PAREJA: Minho-Key =>
Minkey ~ <3; y un poquito de 2Min
GÉNERO: Romántico, Drama
CLASIFICACIÓN: +16
ADVERTENCIAS: AU, lemon
NÚMERO DE CAPÍTULOS: 5
ACLARACIONES DEL FIC: Esta pequeña historia, es la última que he escrito y la primera que me atrevo a publicar. Tendrá como máximo 3 capitulos. Tengo que advertir además que soy muy romanticona y cursi, así que todo lo que escribo tiene un final feliz y meloso, porque para tristeza y angustia basta con mi vida XDD. La trama es simple, lo siento, pero no quería extenderme y además odio que Bummie sufra, aunque esto sea solo ficción... y eso.
CAPÍTULO I
Minho POV
Estoy harto de mirar cómo sonríes y coqueteas con todos, esas sonrisas
que me pertenecen a mí, sólo a mí.
Pero tú ya me lo habías dejado claro: ―Entre
nosotros no hay nada más que sexo, Minho― me dijiste alguna vez. Pero era
inevitable que después de tantos encuentros apasionados, me ilusionara con la
idea de que entre nosotros podría existir una relación más formal.
Yo deseaba poseer tu
alma y corazón, pero tú únicamente deseabas mi cuerpo.
Te conocí un viernes de mi primer año en la
Universidad, hace ya dos años. Bajo la sombra de un árbol, yo leía un folleto
de la facultad de Economía a la que pertenecía y te acercaste a mí preguntado por la hora, tonto
de mí que hasta ahora me doy cuenta que fue sólo una excusa para hablarme. Esa
angelical sonrisa que me regalaste contrasta totalmente con tu verdadera forma
de ser, nunca se me pasó por la cabeza pensar que lo único que querías era
jugar conmigo.
Es difícil describir lo que sentí cuando
nuestras miradas hicieron contacto. Tu cabello corto, rubio que brillaba como
oro a la luz del sol, tus pómulos altos, tu linda sonrisa y tus ojos, tus ojos
es lo más hermoso que he visto en mi vida, dos orbes felinos profundos y
hechizantes. Desde ese momento supe que estaba perdido. Y tenía razón ya nada
fue como antes, mis días monótonos y tranquilos desaparecieron, arrasados por
el huracán que representaba tu presencia en mi vida.
No mucho después de que nos conociéramos empezaron
nuestros encuentros sexuales. Recuerdo que me invitaste a tu departamento y una
vez ahí, nada detuvo las caricias, los besos, los roces desenfrenados que
desembocaron en el más increíble frenesí de pasión. Nuestros cuerpos encajaron
perfectamente, siempre lo han hecho y mientras te poseía supe que no habría
nadie después de ti. Me embriagaste con todo tu ser, tus besos son un elixir de
vida eterna, tus caricias no podrían igualarse al toque de un ángel, tan sutil,
tan encantador, tan abrumador.
Duele mucho saber que no he sido el único
que ha sentido de esta manera. Muero de celos al saber que no te han bastado
mis caricias. Al menos un hombre diferente cada fin de semana, han sido tantos
que ya he perdido la cuenta. Dime Kibum, ¿Sabes cómo me lastima que no sientas
lo mismo que yo?
Ya he tenido suficiente de este
sentimiento dañino, no quiero sentir amor, porque sí, estoy enamorado de ti.
Pero no te mereces nada de lo que yo te ofrezco, más de una vez, después de
entregarnos, te he pedido una oportunidad, una oportunidad de demostrarte que
nadie te ha amado y te amará como yo. Siempre obtengo la misma respuesta ―
Estás loco Minho― y es cierto estoy loco de amor por ti.
Hoy, es mi último día en esta ciudad, me
mudaré de aquí. Tengo que rehacer mi vida lejos de ti. Mi transferencia de
Universidad está lista, he conseguido un empleo de medio tiempo y mi madre me
ha ayudado a encontrar un pequeño departamento cerca de mi nueva Universidad,
todo está listo para reiniciar mi vida sin ti.
Fin Minho POV
~
*^. ^*~
Hacía dos semanas que Minho no iba a
clases, Key había ido a buscarlo a su facultad cada día de esas semanas, pero
no lo encontró. Les preguntó a sus compañeros de clase por su paradero, sin
embargo ninguno sabía nada. Estaba desesperándose, cada vez que lo llamaba a su
celular recibía como respuesta un mensaje pregrabado informándole que el número
marcado estaba fuera de servicio.
Extrañaba a Minho, mucho, más de lo que
se podía imaginar. Dos semanas sin verlo, sin recibir miradas llenas de amor,
sin sonrisas hermosas y sinceras, sin escuchar esa briosa voz que le decía que
lo amaba.
Ahora Kibum entendía el significado de esa frase cliché que rezaba:
“Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”.
Siempre había supuesto que Minho estaría
junto a él en cada momento que lo necesitara, tan egoísta como para pensar que
aguantaría todos sus desplantes. Sabía muy bien, que lo hería cuando prefería a otros hombres. No le importaba
dejarlo solo en medio de una cita cuando recibía la llamada de uno de sus
tantos amantes. Le daba lo mismo ver la expresión desolada y dolida cuando le
decía que lo que ellos tenían no era más que una relación carnal, sexo
simplemente.
Pero eso había cambiado con el tiempo. ¿Por
qué ahora, que había descubierto que sentía algo especial por él, había
desaparecido, sin dejar un rastro, sin despedirse siquiera?
Otro día, decidió ir a la casa del alto,
un poco abatido y otro tanto nervioso pulsó el timbre. La madre de Minho
atendió al llamado con una sonrisa en el rostro pero cuando vio que se trataba
de Key, cambió su semblante a uno serio, frio. No obtuvo ninguna respuesta que
le permitiera saber el paradero de Minho, a cambio recibió insultos, palabras
duras que lo recriminaban por haber jugado con los sentimientos del alto.
Seguramente, Minho le había contado a su madre de su extraña relación. Y estaba
seguro también de que se merecía el golpe en el rostro propinado por la
mujer que antes lo trataba con
amabilidad y cariño. Claro, eso era antes de que se enterara del daño que le
hacía a su hijo comportándose como un cualquiera.
Un mes, un mes tortuoso para Key había
pasado desde que vio a Minho por última vez. El mismo tiempo había transcurrido
sin salir a divertirse, sin haber pisado un bar o un club. Mucho menos había
vuelto a encontrarse con alguno de sus tantos amantes de una noche. Ahora ni
siquiera recordaba el motivo por el que se citaba con ellos o la razón por la
que premeditadamente dañaba a Minho restregándole en la cara sus deslices.
O tal vez, era lo contrario, sabía perfectamente por qué lo hizo. Siempre, en toda su vida había obtenido lo que quería sin importar el precio o las consecuencias, sentía cierto placer haciendo sentir mal a las personas, menospreciándolas, insultándolas.
O tal vez, era lo contrario, sabía perfectamente por qué lo hizo. Siempre, en toda su vida había obtenido lo que quería sin importar el precio o las consecuencias, sentía cierto placer haciendo sentir mal a las personas, menospreciándolas, insultándolas.
Key provenía de una familia de gran
prestigio de Daegu, tan querido por sus padres y abuelos, siempre tan mimado,
tan caprichoso, tan egoísta y cruel. Sus padres no entendían la conducta del
rubio, muchas veces fueron testigos del comportamiento grosero y hasta cruel
hacia sus amigos, parientes, empleados y vecinos. Siempre se preguntaban en que
habían fallado para que su hijo fuera de esa manera y llegaron a la conclusión
de que esa situación era el resultado de falta de límites, nunca lo castigaron
aunque se portara mal pues les dolía verlo triste. Al ser su primer y único
hijo lo consentían en todo, el pequeño Kibum siempre tenía lo que quería sin
importar los medios. Trataron de remediar la situación imponiéndole reglas pero
ya era muy tarde. Kibum entró a la adolescencia y sus padres ya no le
inspiraban respeto, él ya no los obedecía.
Debido a que sus padres siempre estaban
controlando sus acciones, decidió mudarse a Seúl, ahí estudiaría Diseño Gráfico
e Industrial. Sus abuelos, consentidores como eran, le ofrecieron su
incondicional apoyo, pero lo que más le importaba a Key era que ellos le
mandarían una significativa suma de
dinero todos los meses para sus gastos.
Desde que llegó a Seúl, lo único que quiso
fue disfrutar desenfrenadamente su vida, le encantaba salir por las noches a
bailar, le fascinaba sentirse observado por los hombres, pero su verdadera
pasión era el sexo. Le gustaba sentirse sometido por un hombre, no había nada
más gozoso para él que sentir el placer abrumador, electrizante y delicioso de
un orgasmo.
Por supuesto, que ahora, seis meses
después de que Minho se fuera lejos de él, acostado en su cama, con lágrimas
interminables corriendo por su hermoso rostro, todo eso era insignificante. Lo
extrañaba a morir, se sentía vacío, un nudo en la garganta le dificultaba
respirar. Tarde se dio cuenta de sus verdaderos sentimientos por Minho.
Lo amaba. Debido a ese descubrimiento, ya
no quería a nadie más, lo único que necesitaba era a Minho, su dulce y cariñoso
Minho, sus besos, sus caricias, su voz susurrándole cuanto lo amaba.
Sí, amaba a Minho. Viniendo de él tal vez
no era un sentimiento puro, pero sí era sincero. Había estado tan seguro de sí
mismo, que pensó que cuando él quisiera, dejaría todo de lado y estaría con
Minho. No contaba con que él se cansaría de su hiriente actitud y desaparecería
de su vida.
Estaba determinado a encontrarlo de
cualquier manera, se había enterado de la transferencia de Minho hacia otra
Universidad, por eso, sobornó a una empleada de la administración de la
Universidad para que le dijera a dónde fue transferido el alto. Se prometió que
ese sería su último acto deshonesto.
~
*^. ^*~
Cinco meses más pasaron, Key había hecho
su transferencia a una nueva Universidad, la misma en la que ahora estudiaba
Minho en Busán. No le importaba nada, no importaba si parecía un acosador
obsesionado. Key iba a recuperar a Minho, sea como fuere, porque lo amaba,
porque no podía ser feliz sin él y esperaba con todo su corazón que el alto aun
lo amara como hace casi un año.
Sabía que Minho no lo aceptaría si se
comportaba como siempre, por eso, por él, por su amado Minho cambiaría su forma
de ser. Dejaría de ser arrogante y egoísta, quería ser una mejor persona que
mereciera todo lo que Minho algún día le ofreció. También encontró un empleo
con el que sobreviviría en esa nueva ciudad, porque el dinero de sus abuelos
era otra de las cosas a las que
renunció. El lugar donde ahora viviría era la mitad en tamaño de su antiguo
departamento, pero era todo lo que necesitaba.
~
*^. ^*~
El primer día de clases para Key en la
nueva Universidad había sido de lo más agotador, hace tiempo que no se sentía
tan cansado, tal vez era porque no había dormido la noche anterior,
pensando en cómo encontrar a Minho en
ese inmenso lugar. Pero decidió que no importaba cuánto tiempo tuviera que
esperar, si era necesario lo esperaría afuera de su facultad durante toda la semana. Y al
siguiente día eso fue lo que hizo. Se paró en frente del edificio de Economía
viendo como cientos de chicos y chicas iban y venían por el portón. Aunque sus clases las tenía en la tarde y
noche; afortunadamente, empezaba a trabajar la siguiente semana, por lo que no
perdía nada esperando a Minho.
El mediodía llegó, y Key no había visto a
Minho hasta ahora, sabía que era posible que tuviera clases sólo en la tarde o
en la noche, ya tenía hambre pero no importaba, esperaría pacientemente todo
ese tiempo.
Dieron las tres de la tarde y Key había tomado asiento bajo la sombra de un árbol. Recordó que así fue como lo conoció. Desde lejos lo había estado observando, era un chico muy guapo, con unos hermosos y grandes ojos, su cabello algo largo y alborotado y esos labios abultados tan besables. Le había preguntado la hora, porque no se le ocurrió nada más para acercársele. Después de eso, tuvieron muchas citas y comenzó a utilizarlo, a herirlo.
Ahora, le dolía todo lo que hizo, pero no
volvería a cometer el mismo error. Una vez que encontrara a Minho nada ni nadie
los separaría…
A menos que hubiera encontrado otra
persona a la que amar… un chico un poco bajo, rubio, con unos ojitos soñadores
y alegres y con una sonrisa tremendamente adorable que en estos momentos se
colgaba del brazo de su Minho como garrapata.
Por fin, después de tantos meses, volvía a
verlo, tan guapo como siempre, pero había algo diferente en él; además de su
cabello ahora corto, Minho tenía una gran y sincera sonrisa en el rostro. Sus
ojos serenos y alegres. En otras circunstancias le hubiera gustado mirar esa
expresión, pero había un pequeño problema, esa sonrisa y esa mirada estaban
dirigidas al chico que iba a su lado.
Llevado por una furia antes desconocida,
caminó raudo hacia ellos. Nunca había sentido algo tan desgarrador, tan
asfixiante. Estaba consciente de que se trataba de celos, celos de ese chico que
tenía toda la atención de Minho.
~
*^. ^*~
Minho POV
Hace casi un año, cuando acababa de llegar a Busán, mi nuevo hogar,
quería volver a Seúl, soy tan masoquista que quería regresar con Key, no
importaba si me hería y se burlaba de mis sentimientos. Simplemente quería
sentir su piel, mirar su sonrisa coqueta que me derretía, probar su deliciosa
boca, poseer su cuerpo que tan magnífico se ofrecía a mí. Extrañaba tanto su
voz, el sonido de esa risa escandalosa, el olor de su cabello rubio que tanto
me encantaba, siempre olía a fresas y chocolate, una mezcla extraña pero que
era mi droga.
Decidí que si quería olvidarlo debía
concentrarme plenamente en mi carrera y trabajo. No fue nada fácil los primeros
meses, en los que incluso no podía dormir por pensar en él. Pero ya no quería
sentirme así. Una de esas noches tomé la resolución de rehacer completamente mi
vida, no sabía cómo pero tenía que hacerlo, quizá debería encontrar un nuevo
amor que me hiciera olvidarlo.
Al día siguiente, me levanté para ir a mi trabajo como asistente contable en una empresa comercial del centro de la ciudad, mi jornada terminaba a la una de la tarde. Luego me dirigí a la universidad a mis clases que comenzaban a las tres. Iba tan concentrado recordando los apuntes de Economía para una prueba, que no me di cuenta de que alguien venía en dirección contraria. El resultado fue un montón de papeles desperdigados por el piso; su dueño, era un chico de cabello castaño con un corte hongo, no sé cómo explicarlo, pero me recordaba a Key. Aún cuando no se parecían en nada, ni física ni mentalmente como lo averigüé después.
A pesar de ser tan diferentes, la sonrisa que me dedicó cuando me vio a los ojos me hizo creer por un instante que, quien estaba frente a mí era Key. Sí, ahora lo veía en otras personas. ¡Cuán trastornado, enamorado y desquiciado me tenía!
Después de ese torpe encuentro, entablamos
una estrecha amistad, él notó mi tristeza, decía que mis ojos lucían apagados,
que seguramente si brillaran serían los más hermosos del mundo. Sí, sé que
exageraba, pero me gustaba -y me gusta- que me diga ese tipo de cosas, porque
me hace sentir importante y querido, aunque hubiera preferido que fuera Key el
que me dijera esas palabras tan llenas de cariño y anhelo que me dedicaba
diariamente Taemin.
Mi pequeño y dulce Taemin, se convirtió
en mi mejor amigo en poco tiempo. Fue inevitable desahogarme con él, le conté
todo sobre mi relación con Key. Me dijo tantas cosas que me hicieron pensar que
lo que hice, en especial, el irme de Seúl fue lo mejor.
~
*^. ^*~
Teníamos seis meses de conocernos cuando
tuvimos por primera vez relaciones sexuales, se dio así, tan inesperadamente.
Fue un día sábado que decidimos ir a un club a bailar, nos divertimos mucho en
aquel lugar, y de pronto, de un momento a otro nos estábamos devorando,
nuestras bocas parecían una sola, nuestras lenguas bailaban una deliciosa danza erótica. La lujuria y el
deseo eran palpables en el aire. No lo pensamos mucho, fuimos a mi departamento
y desatamos nuestros instintos. Taemin se entregó a mí de una forma avasalladora,
podía sentir que él hacía el amor, mientras yo en lo único que pensaba era en
Key, mi hermoso Key.
Me sentía culpable por haber utilizado a
Taemin, la verdad es que yo no estaba con él cuando tuvimos sexo, nunca lo he
estado, mi cuerpo está con él pero mi corazón y mi mente están lejos de ahí,
están con Key.
Después de ese acontecimiento, Taemin me
pidió que fuera su novio. Yo aun no olvidaba a Key y le haría daño si aceptaba
porque sería como engañarlo. Se lo dije, pero a él no le importaba, dijo que lo
único que interesaba era que yo estaba con él, que con su amor haría que lo
olvide, que haría cualquier cosa para que lo amara.
Desde que conozco a Taemin, no he podido
resistirme a su carita tierna, mucho menos a esos pucheritos adorables que me
dedica cuando quiere algo. Así que bastó uno de esos para convencerme. Acepté,
acepté ser su novio, con la esperanza de que me hiciera olvidar definitivamente
a Key.
Pero de nuevo me equivoqué, ha
transcurrido casi un año, y no pasa un día en el que no piense en él. Creo que
nunca seré capaz de abandonar su recuerdo. Y menos aún desde que Taemin decidió
que la mejor forma de hacer que lo amara era convertirse en una copia de Key.
Una mañana me desperté por un ruido; adormecido, cubrí mi desnudez
con unos bóxers y una camiseta y me dirigí hacia el lugar donde provenía el
sonido. Lo que encontré no me agradó ni un poco. Taemin arrodillado, hurgando
en una pequeña caja de cartón que había guardado en mi sala de estar, esa caja
contenía todo aquello que me recordaba a Key, no logré deshacerme de ella por
más que quise, por eso cada vez que lo extrañaba a morir, acudía a esa caja en
donde había desde fotos de nosotros juntos, un piercing que alguna vez le quité, una
pulsera de cuero algo vieja que Key había botado a la basura y que yo recogí
porque tenía su aroma impregnado en ella, hasta boletos de funciones de cine a
las que asistimos juntos.
Le recriminé duramente a Taemin su falta
de delicadeza con mis cosas, porque si bien, dejaba que se quedara conmigo
cuando quería, consideraba que estas cosas no eran de su incumbencia. Cuando
alzó la mirada, me arrepentí del tono de voz que usé, sus ojos estaban líquidos
y la razón era la foto que tenía en su mano. En ella Key aparecía dormido, acostado sobre su estómago, con
la cara pegada a una almohada y sus rubios cabellos revueltos tapando ligeramente uno de sus ojos. Tan sólo su trasero era cubierto por una sábana
blanca, lo que dejaba a la vista su delicada espalda y sus finos brazos
desnudos que descansaban bajo su rostro. Pero lo que más me gustaba de esa foto
era que mostraba sus piernas, sus largas y torneadas piernas.
Los días que le siguieron a ese incidente
fueron los más extraños de nuestra relación. Un día, Taemin apareció con el
mismo corte y color de cabello que tenía Key en aquella foto, al día siguiente
tenía las mismas perforaciones que Key, y al siguiente había conseguido el
perfume que reposaba en aquella pulsera de cuero. Sé que soy un egoísta por no
detenerlo, por decirle nada cuando se
hizo todos esos cambios. En el fondo, yo estaba feliz de que tratara de
parecerse a él, tal vez así dejaría de extrañarlo tanto. Pero, aun después de
todos sus esfuerzos por hacer que lo amara, no podía, no puedo y no podré.
Porque Taemin no es mi Key.
Ha pasado un tiempo desde que eso ocurrió, Taemin y yo
tratamos de seguir con nuestra relación, él siempre dice que me ama, y yo me
siento el peor hombre del mundo por no poder corresponderle.
~
*^. ^*~
Hoy, tengo una exposición importante en la
Universidad, Taemin quiere ir conmigo, aunque le he dicho que no es necesario,
insistió. Después del trabajo fui a buscarlo a su casa para llevarlo a la
Universidad, este día Taemin no tiene clases, estudia teatro y danza, muchas
veces he visto sus actuaciones. Algunas de ellas me las ha dedicado.
Llegamos a la Universidad algo apurados,
Taemin se sostiene de mi brazo. Conversamos de todo y nada. Él me dice que
algún día quiere formar una familia conmigo, quiere adoptar un niño, pero yo
le digo que en nuestro país eso es imposible. El hace miles de caritas
graciosas y me dice que nada es imposible, yo sonrío porque a pesar de todo,
estos momentos juntos son lo mejor de mi vida, y agradezco al cielo el tener a
Taemin a mi lado. Lamento desde el fondo de mi corazón que el cariño que le
tengo sea sólo el de un hermano.
De pronto escucho mi nombre siendo pronunciado por una voz demasiado familiar. Regreso a ver de quien se trata, y cuando mis ojos se posan en él, siento que me falta el aire. Es que no lo puedo creer, después de un año vuelvo a verlo, a deleitar mi vista y mi corazón con sus ojos felinos, con su figura perfecta.
Taemin también se ha dado cuenta de quién
se trata. Fija su vista en mí, apretando su
agarre en mi brazo, esperando mi reacción.
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