No te enamores de mí (Cap 9)

Hola!! ya ni me disculpo por la tardanza porque se me ha hecho costumbre, pero sí les agradesco a las personas que lean y más a Verónica, Mari, Yuniel y Anónimo que comentaron el capi anterior, no se imaginan cuanto me alegran el día sus comentarios.
Muchas gracias a Sofía también por estar pendiente de la actu y escribirme para elogiarme, me puse a rodar de la felicidad XDD. Le agradesco a Yuniel por agregarme a FB y a proposito si quieren escribirme y compartir algo por ahí yo encantada, si se fijan es un FB que no utilizaba pero que poco a poco se va a convertir en el único porque estoy pensando seriamente en eliminar el otro, es que parece que a mis amigos (no todos) no les agrada que me guste el kpop, los doramas y menos el yaoi (casi me apedrean) y por eso voy a tratar de conseguir amigos que les guste todo lo anterior, así que ya saben sean mis amig@s :)

Y... creo que no se esperan lo que va a pasar en este capo o si?? bueno... no me maten ( se va a esconder)

CAPÍTULO 9

En aquel solitario salón de clases; Minho y Kibum continuaban besándose, sin embargo sus pensamientos en ese momento eran muy distintos.

Mientras Minho pensaba que los labios de su novio eran deliciosos e irresistibles, mientras se iba enamorando un poco más de aquel rubio; Kibum en cambio había decidido acabar con su relación, no quería que Minho supiera de su nuevo tratamiento, no quería atarlo al enfermo desdichado que se consideraba, lo mejor era que lo dejara libre para que encontrara una persona que lo hiciera feliz y sobre todo que estuviera sana.

El rubio se separó del besó con algo de brusquedad, se limpió las lágrimas con su mano y cambió su semblante triste por un rostro enmascarado de frialdad mezclada con burla:

— ¡Lo logré! — .exclamó triunfante — logré que te enamoraras de mí — rió, ante la expresión confundida de Minho.

—¿Qué quieres decir? No entiendo….

— ¿Creíste que de verdad yo estaba enamorado de ti? — le preguntó despectivo el rubio. — Pues, te informo que todo esto fue una farsa. No me gustas, no te amo… es más yo diría que hasta me das pena, porque eres tan idiota…

— Kibum… ¿Esto es una broma? Porque no me causa ni un poco de gracia — Minho simplemente estaba incrédulo ante las palabras de Kibum.

— No, una broma, no. Es mi venganza ¿Sabes?

— ¿Venganza de qué? ¡No entiendo, Kibum! — le gritó el alto.

— Por tratarme mal, por despreciarme cuando tu madre dijo que yo le gustaba para ti. — le aclaró con desdén como si fuera algo sin importancia.

— Pero yo me disculpé y tú, tú nunca negaste que yo te gustara, la forma en la que me mirabas…

— Solo quería divertirme un poco… había peleado con mi novio y yo quería desahogar mi rabia pasando un buen momento contigo, eso es todo.

— ¿Novio? ¿Qué novio? — en realidad no quería saber, pero no pudo evitar preguntar.

— Mi novio, el de verdad. Llevamos juntos dos años, nos amamos pero a veces peleamos un poco.

Minho asintió ante la explicación del rubio, tratando de que las lágrimas no salieran de sus ojos, apretando la mandíbula y los puños para contenerse de golpear a Kibum.

— Hicimos el amor, Kibum. ¿No significó nada para ti? — quiso saber el alto, porque para él, aquel acto había sido el mejor de su vida.

— No — dijo secamente, Kibum. Pero por dentro estaba mortificado por lo que iba a decir. — Todo el tiempo fingí. No fue mi primera vez, Minho. Esa se la di a mi novio hace mucho tiempo. Lo único que hice contigo fue desfogarme, satisfacer mis necesidades…

— Bien, ya lograste dejarme como un idiota, lograste que me enamorara de ti. — le interrumpió el alto, no necesitaba saber más, no quería llorar por esas palabras. — ¿Pero sabes qué? — Inquirió enfrentándolo con odio — te voy a olvidar muy rápido, porque me sobran las chicas y los chicos que quieren una oportunidad conmigo. — El alto se dirigió a la salida del salón.

Kibum lo sabía, sabía que sería fácil olvidarlo. Entendía que después de un tiempo, su recuerdo solo sería un mal momento, porque Minho era guapo e inteligente y muchos estaban dispuestos a hacerlo feliz.

— No debiste enamorarte de mí, Minho. Era tan simple como eso — le gritó Kibum, antes de que Minho saliera del salón.

Cuando estuvo totalmente solo en aquel salón, se sentó en el piso, hundiendo su cabeza entre sus piernas, llorando por haber lastimado a Minho con semejante mentira y por haberlo perdido.

— No debiste enamorarte de mí, porque no te merezco, Minho. — murmuró entre el llanto.

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Minho no podía creer lo estúpido que había sido, ¿Cómo pudo haber creído en alguien como Kibum? Había jugado con él, había creído que de verdad lo quería… y todo había sido por una estúpida venganza.

El timbre para volver a clases sonó y Minho a pesar de lo mal que se sentía decidió ir a su salón, pero el camino se encontró con los amigos de Kibum:

— ¿Minho, has visto a Kibum? — le preguntó Jinki algo preocupado.

— Sí, está en el salón del final del pasillo — les informó. — ¿Puedo pedirles un favor? — pidió mirando a todos.

Ellos asintieron.

— No vuelvan a dirigirme la palabra. Seguro ustedes sabían que Kibum solo se estaba burlando de mí, así que por favor, no quiero volver a cruzarme con ustedes — dijo muy enfadado.

Jonghyun, Jinki, Taemin y Suzy se miraron confundidos, sin entender de lo que les estaba hablando Minho. Le hubieran pedido explicaciones, pero el alto ya había desaparecido entre el mar de estudiantes que se dirigían a sus salones. Lo mejor era buscar a Kibum en el salón donde Minho les había dicho estaba.

Lo encontraron sentado en el piso, llorando ruidosamente. Asustado, Jonghyun fue quien se le acercó: — ¿Qué pasó, Kibum? ¿Te hizo algo Minho?

— No, yo le hice algo… — declaró Kibum llorando.

— Cuéntanos que pasó, Kibum — le insistió Jinki, acercándose para levantarlo del piso.

— Le dije que no lo amaba… que nuestra relación había sido una farsa y que solo quería vengarme de él por haberme despreciado…

— ¡Ay Kibum! ¿Por qué hiciste eso? — inquirió un enfadado Taemin.

— Porque no quiero que me vea enfermo, no quiero que sepa que me colocarán esa cosa, no quiero que padezca conmigo.

— Kibum… Minho te ama, él no sería capaz de abandonarte…

— ¡No, Jinki! No quiero que me vea enfermo, no quiero que me tenga lástima. — sorbió la nariz antes de continuar. — Él puede conseguir al chico o chica que quiera, no tiene por qué permanecer al lado de un chico enfermo como yo.

— Lo que hiciste me parece una estupidez, Kibum. — opinó Taemin.

— Ahora entiendo el enfado de Minho. Ahora entiendo por qué ya no quiere saber de nosotros. — intervino Suzy.

— Es lo mejor. Yo… no tendré tiempo para él, ustedes saben que esas sesiones del tratamiento son muy desgastantes y yo no quiero que pierda su tiempo conmigo en el hospital.

— Está bien, Kibum. Al fin y al cabo es tu decisión, pero no vayas a ponerte a llorar de nuevo. Tomaste una decisión y ahora debes afrontarla. Así que límpiate esas lágrimas y vamos a clases — prácticamente le ordenó su primo.

Kibum asintió. Salieron de aquel salón y cada quien se dirigió a las clases que les correspondía.

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Ya hacía dos semanas que Kibum le había roto el corazón, pero Minho había tratado de seguir adelante. El campeonato intercolegial continuaba, era su último campeonato así que se sumergió por completo en los entrenamientos y en los partidos. Gracias a eso, habían ganado todos los encuentros que hasta ese momento les habían programado. Todo parecía ir bien, pero la realidad era otra.

Su madre le había preguntado cientos de veces por Kibum y él siempre le respondía que ya no le hablara de él, que lo suyo había terminado. Desde ese momento, su madre parecía enfadada, pero sabía que ya se le pasaría. Pronto encontraría alguien a quien amar y a su madre no le quedaría más que conformarse.

Afortunadamente no se había vuelto a cruzar con Kibum o sus amigos, eso le tranquilizaba, porque no quería cometer una locura y lastimar al rubio o a alguno de sus amigos. Era tanta la rabia que sentía por lo que le había hecho, que muchas veces se vio tentado a buscarlo y reclamarle por su actitud, tenía ganas de decirle unas cuantas verdades… pero lo mejor era olvidar. El tiempo pasaría y todo volvería a ser como antes de conocer a aquel rubio. Eso era lo que anhelaba Minho.

Por su parte, a Kibum ya le habían colocado quirúrgicamente el catéter y hacia una semana habían comenzado con el nuevo tratamiento. Odiaba tener que permanecer durante horas en el hospital hasta que le aplicaran por medio del catéter los líquidos que le permitirían a sus riñones seguir funcionando, pero era lo que tenía que hacer pasando un día y después de clases. No le quedaba más que conformarse.

Le disgustaba el ambiente triste y enfermizo del hospital, el olor de los medicamentos y químicos propios del lugar le daban nauseas. Lo único bueno del tiempo que pasaba en ese lugar era haber conocido a Woohyun, el enfermero que le aplicaba el tratamiento. A pesar del corto tiempo que se conocían, Kibum ya lo consideraba un amigo.

Woohyun siempre le animaba, siempre le contaba chistes y anécdotas de su vida para que el rubio se sintiera mejor y se olvidara del tratamiento. A ojos del rubio, su amigo era una persona muy alegre y optimista, entregado a su trabajo al cien por ciento. A simple vista se notaba que disfrutaba ayudando y haciendo sentir mejor a los pacientes.

Pero para Woohyun, Kibum era un paciente especial. Kibum era el chico más hermoso que había visto en su vida. Además su personalidad le fascinaba, porque podía parecer arrogante y hasta distante pero en el interior era alguien tierno y sentimental. Lo que más quería era lograr que el rubio se enamorara de él, para borrar la tristeza que en ocasiones veía en esos hermosos ojos felinos. Él le había preguntado la razón de ese dejo de tristeza pero Kibum siempre le evadía, decía que no tenía importancia, pero Woohyun sabía que era lo contrario. Esa tristeza se debía a alguien especial, alguien a quien el rubio extrañaba y necesitaba. Pero Woohyun estaba determinado a reemplazar a ese alguien, no había algo que deseara más que amar a Kibum.

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Jinki y Jonghyun eran muy afortunados pues sus familias, al enterarse del embarazo de Jinki, no les recriminaron y al contrario les ofrecieron todo su apoyo. Es más, los padres de Jonghyun estaban muy contentos por la llegada de su nieto. Jinki tenía apenas cuatro meses de embarazo pero sus suegros ya le habían comprado toda cantidad de ropa y juguetes al bebé. En ocasiones exageraban, pero Jinki no podía sentirse más que agradecido por el apoyo y el cariño que le brindaban sus suegros.

Sus padres también era consentidores, pero ellos se preocupaban más por su salud. Su madre en especial estaba siempre al pendiente de que se comiera sus verduras y tomara sus vitaminas. Jinki tenía cuatro meses y ya se le notaba la barriga, pero además se sentía como una ballena, según Jinki estaba gordo a más no poder y eso se lo adjudicaba a toda la comida que su madre le preparaba.

Jonghyun seguía cantando los fines de semana en aquel club, le iba muy bien y se sentía muy contento de poder ahorrar el dinero para cuando su bebé naciera. Todavía les faltaban muchas cosas que comprar y no solo eran cosas para su hijo sino también para su nuevo hogar, el hogar que compartirían con Jinki.

Los padres de Jinki les habían ofrecido ocupar un departamento en la casa de dos pisos que les pertenecía, ellos ocupaban el primer piso y próximamente los inquilinos que ocupaban la segunda planta se mudarían por lo que el espacio quedaría disponible para que la habitaran.  

Por eso estaban comprando poco a poco los muebles y los utensilios para llenarla, los dos los escogían y estaban felices por poder comenzar su vida juntos.

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Era viernes por la tarde y desde que Minho y Kibum se separaron habían pasado ya dos meses. En el colegio tenían que rendir una que otra prueba y ya les habían llenado de trabajos para fin de semestre.

Minho no pensaba volver a suspender materias, iba a buscar un nuevo tutor para que le ayudara en las materias que se le complicaban porque parecía que lo suyo no era la escuela sino los deportes, en especial el fútbol que era lo que más le apasionaba.

El final del campeonato estaba cerca, estaban en semifinales y todavía faltaban varios partidos pero Minho estaba seguro de que llegarían a la final, y la ganarían. Esa sería la manera de demostrarle al rubio que no le había afectado lo que le hizo y que más bien había sabido enfocar su ira y dolor en derrotar a sus rivales de la cancha.

Mientras tanto, seguía siendo viernes y el alto se alistaba para ir al cine con sus amigos y después irían a una fiesta en la casa de Joon. Quería divertirse hasta desfallecer. Quería bailar como un loco, beber como nunca y tal vez… conseguir alguien con quien pasar la noche.

Total, nadie lo juzgaría. Estaba soltero y sin compromiso.

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Woohyun llevaba insistiéndole media hora a Kibum para que lo acompañara al cine. Eran las siete de la noche y después de que el rubio recibiera su tratamiento, había estado con la mirada perdida y el rostro decaído. Woohyun quería animarlo, por eso y porque quería pasar más tiempo con él le había invitado al cine. Pero Kibum no se sentía con ánimos de ir a ningún lado, solo quería llegar a su casa y acostarse a dormir, sin embargo su amigo era muy insistente y al final, aceptó su propuesta de ir al cine.

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Minho reía de algo gracioso que había dicho su amigo Nichkhun. Sus amigos habían invitado a algunas chicas de otras escuelas, entre ellas a Krystal su ex novia. Era algo incómodo para Minho estar cerca de la chica pero al parecer a ella no le incomodaba para nada su presencia, al contrario, se le había pegado e incluso mantenía apresado su brazo. Estaban haciendo fila para comprar sus boletos para la función de cine, habían decidido ver una película de terror a pesar de que las chicas se habían negado, luego de que insistieran en que la vieran, cedieron y cada una se había juntado con uno de los amigos de Minho. Para ese momento, aquello era más que ver una película, era… una cita de parejas. No había necesidad de describir lo que harían dentro de la sala de cine.

Kibum y Woohyun llegaron al cine, se formaron en la larga fila que había para comprar las entradas. Antes ya habían decidido ver algo de terror, así que en ese momento buscaban una de las tantas carteleras que se exhibían en el lugar para elegir la película. Pero no fue exactamente una cartelera lo que encontró la mirada de Kibum.

En la misma fila, muy delante de ellos vio a Minho, sonriente y muy conversador. A Kibum hasta le hubiera alegrado ver tan bien al alto, pero no. Estaba que moría de celos, se sintiói furioso al ver a Minho junto a Krystal, porque él la conocía, esa chica era la ex novia de Minho o ¿Sería que volvieron a tener algo?

No, no podía ser. No quería que fuera así porque su corazón no iba a soportar saber que Minho ya lo había olvidado y que había regresado con aquella chica…

— Kibum… ¿Estás bien? — le preguntó preocupado Woohyun al ver la pálida cara del rubio.

—…sí, yo… solo quiero irme de aquí — pidió, queriendo salir corriendo del lugar.

— ¿Por qué? Dime, ¿Te molestó algo? — claro que le había molestado algo, el ver a esa tipa restregándose en Minho le hacía hervir de coraje. Pero no le iba a decir eso a su amigo.

— Es solo que estoy cansado… quiero dormir.

Woohyun no iba a aceptar esa respuesta, sabía que algo sucedía y lo iba a averiguar: — Anímate, Kibum. Estoy seguro que distraerte un poco es lo que necesitas para cambiar tu semblante. Así que no voy a aceptar que nos vayamos. — determinó Woohyun.

— Está bien. — aceptó, la verdad es que mientras Minho no lo viera iba a estar bien.

Lástima que en ese momento, Minho estuviera mirándolo fijamente con una expresión totalmente opuesta a la alegre que había visto en él minutos atrás. Kibum trató de ignorar el escrutinio del alto hacia él y Woohyun, pero casi podía sentir la mirada del alto traspasándole. Para Woohyun tampoco había pasado desapercibida la penetrante mirada de Minho.

— Ese chico alto nos mira muy extraño ¿Lo conoces?

Kibum asintió mirando hacia cualquier lado menos a Woohyun.

Después de aquello, Kibum creyó que no se volvería a encontrar con Minho, pero estaba equivocado.

Cuando entraron a la sala de cine ya estaba casi llena a excepción de dos puestos en las últimas filas junto al pasillo. Eran los dos últimos asientos y estaban junto a los que ocupaban Minho y Krystal.

Kibum se asustó al ver la situación, no quería sentarse al lado de ese par. Su sobresalto fue peor cuando Woohyun saludó con la mano a alguien que no era nadie más que Krystal. Kibum abrió los ojos a más no poder al ver aquel gesto.

— Woohyun… ¿Conoces a esa chica? — le preguntó en un susurro.

— Ah… sí. La conocí en el hospital, suele hacer voluntariado ahí.

Claro, la chica era perfecta; pensó el rubio. Pero además se dio cuenta de que debía pedirle un favor a su amigo.

— ¿Me puedes hacer un favor? — le pidió Kibum. Cuando su amigo asintió, continuó: — Si te preguntan si eres mi novio… solo di que sí y que además llevamos dos años juntos ¿Si?

Woohyun lo miró pidiendo una explicación, pero las luces de la sala se apagaron anunciando el inicio de la película por lo que tuvieron que ir a ocupar sus asientos, al lado de Minho y Krystal.

Mirar la película era muy difícil cuando tenía a su lado a aquella chica, Kibum sabía que no tenía derecho a sentir celos de Krystal, aun así lo único que quería en ese momento era separarla de Minho y ponerse en su lugar. Creía que no podía ser peor que eso, hasta que Krystal habló:

— ¿Son novios, cierto? Hacen una bonita pareja, son muy compatibles — aseguró la chica mirando de Kibum a Woohyun y viceversa.

— Sí, llevamos dos años juntos — le confirmó Woohyun algo resentido por tener que mentir.

— Se nota, hay mucha confianza entre ustedes — adujo Krystal, prendiéndose emocionada del brazo de Minho.

Mientras que Minho… Minho hacía todo lo posible para ignorar la conversación de Krystal con Kibum y su novio. No quería saber lo felices que eran… no le interesaba saber si eran la pareja perfecta, pero era difícil cuando Krystal trataba de llamar su atención e involucrarlo en la conversación. Aún así no cedió, no iba a hablar con la bonita pareja.

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Kibum agradecía a todos los dioses por poder salir de ese lugar. Había sido una total tortura tener que observar como Krystal abrazaba a Minho y como este no la rechazaba, es más hasta le sonreía comprensivo debido a los sobresaltos que tenía la chica por la película de terror.

Ahora salían del cine y Kibum miraba como de nuevo, delante de él, Krystal caminaba colgada del brazo de Minho. No lo soportó más y sin importarle nada, fue hacia ellos y con toda la intención del mundo chocó fuertemente su hombro con el de la chica, quien de inmediato se quejó por el golpe.

— ¡Auushh! Ten más cuidado — exigió Krystal frotando su hombro debido al dolor.

— Sí, no deberías caminar tan lento, hay personas que queremos salir rápido de aquí — dijo Kibum enojado.

— No es pretexto para que seas tan grosero — apoyó Minho a Krystal.

— No te metas en donde no te han llamado, idiota — le reclamó el rubio con rencor.

— Mira quién habla de idiotas, otro idiota — contrapunteó agresivo el alto.

— Ya… basta. Cálmense — trató de apaciguar la situación Woohyun.

— Vamos Krystal, nos esperan en la fiesta — era mejor terminar con esa absurda discusión. Minho tomó de la mano a Krystal y desaparecieron en medio de la gente que caminaba por la calle.

Kibum quiso detenerlos, no quería que fueran a ninguna fiesta juntos. Pero no podía, no tenía ningún derecho y esa impotencia se reflejó en lágrimas amargas derramadas por sus ojos felinos.

Preocupado, Woohyun quiso saber lo que ocurría y al ver que Kibum seguía observando por donde se había ido la pareja se dio cuenta de todo.

— Es él ¿Cierto? — preguntó el chico. Kibum no le contestó. — Es por él que siempre estás tan triste y melancólico. — aseguró.

El rubio continuó sin decir palabra alguna.

Woohyun trató de abrazarlo pero Kibum lo rechazó. No era el toque de Woohyun lo que quería. En ese momento más que a nada, necesitaba a Minho.

PD: Kibum es como el perro del hortelano, no come ni quiere dejar comer XDD y Minho es un babo que le cree tan fácilmente a Kibum y no se ha dado cuenta de ciertas cosas...