No te enamores de mí (Cap 8)

Hola!! ya sé que había prometido actualizar semanalmente pero no ha sido posible... perdón!! Lo único que si trataré de hacer es no demorarme demasiado. 

Este capi está corto, pero prefiero hacerlo así y actualizar, antes que no hacerlo.

Sé que votaron para que hubiera lemon Jongyu y sí lo habrá pero no en este capítulo.

Muchos cariños a Mari y Yuniel que comentaron el capi anterior, ya saben que las adoro ;)

CAPÍTULO 8

Varios días habían pasado, Jinki había tratado de arreglar las cosas con Jonghyun pero había sido imposible. Porque Jonghyun no quería dirigirle la palabra. Ese día en la cafetería, cuando había regresado al lugar después de Joon lo llevara fuera contra su voluntad; Jinki se había dirigido a la mesa en la que comía Jonghyun pero antes de que pudiera decirle una palabra, su ahora ex novio se había ido, dejándolo sorprendido y dolido por aquella actitud.

Desde ese día, Jinki trataba de hablarle y Jonghyun lo ignoraba. Esa situación lo estaba desesperando porque no sabía cómo lograr llamar la atención del otro. Incluso había ido a su casa, pero siempre se negaba a verlo. El fin de semana se acercaba y Jinki pensó que si no podía hablar con Jonghyun ni en el colegio ni en su casa, tal vez podría acorralarlo en su trabajo. Kibum le había comentado la hora en la que Jonghyun cantaría en aquel club en el que trabajaba, así que estaba totalmente decidido a ir a ver su presentación y luego esperarlo en la salida de los empleados para que no se le escapara.

Mientras tanto, tendría que aguantar un poco más la actitud indiferente del chico que amaba.

*—*—*—*

El viernes llegó, después de clases Minho y Kibum se habían encontrado un momento para comer algo juntos, luego tuvieron que separarse porque Minho tenía entrenamiento y Kibum debía ir al hospital para su revisión semanal.

El rubio odiaba ese momento de la semana, no le gustaba que le tomaran muestras de sangre, aparte le medían la presión, la temperatura y le realizaban otros exámenes y Kibum odiaba cada segundo, porque toda esa rutina le recordaba que estaba enfermo y no le gustaba pensar en eso, aun cuando tenía que tomar diariamente medicamentos y cuidar su dieta no se acostumbraba  a aquello.

— Kibum… debemos hablar con tu padre — fue lo que le dijo la doctora que siempre lo atendía.

— ¿Para qué? ¿Pasa algo? — inquirió extrañado por aquella petición.

— Sí, tus exámenes no han salido del todo bien. Si la próxima semana el resultado es el mismo, tendremos que colocarte un catéter para comenzar con el nuevo tratamiento. Esto es muy importante, Kibum. — aseguró la mujer. — Tendrás que venir 3 o 4 veces a la semana a recibir el tratamiento, así que necesitamos el permiso de tu padre para realizarlo.

— No, no quiero que me coloquen nada. No quiero ese tratamiento — refunfuñó infantilmente Kibum.

— Kibum… lo necesitas para sentirte mejor, sin ese tratamiento es imposible que tus riñones sigan funcionando, los medicamentos que hasta ahora tomas ya no serán suficientes…

— Pero, todavía no es definitivo ¿Cierto? — le interrumpió el rubio. — Tienen que confirmarlo aún.

— Sí, por eso quiero que me digas si te has sentido bien últimamente ¿Te has sentido mareado, has vomitado o te has sentido agitado?

Kibum se asustó al oír aquella pregunta, la doctora le había enumerado algunos de los síntomas que había estado padeciendo durante las últimas semanas. Además de eso, se le había subido la presión e hinchado las piernas, pero lo peor había sido que en algunas ocasiones, después de ir al baño no se sentía del todo cómodo porque tenía la sensación de no haber vaciado completamente la vejiga.

Pero admitir sus síntomas sería como un castigo para él porque Kibum no quería aquel tratamiento, no quería que le implantaran un catéter, en definitiva no quería sentirse enfermo.

— No… no he sentido nada de eso… — lo dijo bajando la vista, evitando la mirada de la doctora.

— Es obvio para mí, que sí te has sentido mal, Kibum. — no había forma que no se diera cuenta de aquello por la actitud del rubio. — Voy a llamar a tu padre ahora mismo. — enseguida desapareció por el pasillo.

*—*—*—*

Jinki debía admitir que una de las cosas que le encantaban de Jonghyun era su voz, muchas veces le había dedicado canciones y siempre quedaba fascinado con la capacidad del moreno para interpretar con sentimiento y fuerza. En ese momento, mientras miraba la presentación de Jonghyun en aquel club en el que trabajaba, se sintió más enamorado que nunca y también más decidido a recuperar su noviazgo. De pronto se sintió mal, un mareo seguido de una sensación de devolver el estómago lo tomó desprevenido. Sin poder soportar más, salió de aquel salón en dirección al baño.

En el baño del lugar, Jinki se lavaba la cara tratando de recomponerse del vómito, no era la primera vez que se sentía mal en los últimos días. Pero no creía que se tratara de algo grave, tal vez había comido algo descompuesto o caducado….

Con ese pensamiento, salió de allí. La función de Jonghyun estaba por terminar y tenía que hablar con él, esta vez no se le escaparía.

*—*—*—*

Jonghyun había visto a Jinki en medio del público que presenciaba su presentación. Todavía estaba enfado por lo ocurrido pero sabía que se estaba portando mal al no querer hablar con él, así que pensó que sería buena idea hablar de una vez por todas y dejar las cosas en claro.

Estaba dirigiéndose a la salida del lugar cuando Se Kyung, una de las camareras que trabajaban en el club lo interceptó: — ¡Espera, Jong! — le pidió la chica sin aliento. — En un momento se acaba mi turno… y yo quería saber si quieres salir conmigo, no sé… podríamos comer algo — casi murmuró, algo apenada.

Jonhyun sabía perfectamente que aquella chica gustaba de él pero no creyó que algún día se atrevería a invitarlo a salir, de todos modos, no podía aceptar, debía hablar con Jinki.

— Lo siento, Se Kyung, tal vez otro día, alguien me está esperando… — la respuesta de la chica fue acercársele y plantarle un beso.

— Está bien, entonces será la próxima — aceptó la chica, sonriente por su travesura.

Jonghyun tan solo asintió sin saber cómo sentirse con respecto a aquel beso, que no había durado mucho pero que había sido muy apasionado.

— Así que ¿Por eso me terminaste, Jonghyun? — le dijo una voz bastante conocida. Era Jinki que con el ceño fruncido y los brazos cruzados se había parado frente a él. — ¿Desde cuándo? — inquirió su ex novio.

— Jinki… sabes muy bien cuál fue la razón por la que terminamos, mi compañera de trabajo nada tiene que ver en eso — le dijo con serenidad.

— Pues, no creo que eso beso  que te acaba de dar signifique nada… así que explícame, Jonghyun.

— No tengo que explicarte nada, nosotros terminamos, Jinki. Tengo derecho a salir con quien me dé la gana— le aclaró enojado.

— ¿Y tan rápido me olvidaste? ¿Tres años de noviazgo significan tan poco? — le preguntó Jinki, con lágrimas contenidas.

— Jinki… no dramatices...

— ¡No, Jonghyun! ¡Sé que cometí un error al no creer en ti! Pero lo que acabo de ver me hace pensar que todo fue solo un pretexto para desecharme…

— ¡Claro que no! ¿Crees que la preferiría a ella antes que a ti? — Jinki no le respondió. — Pues no, porque te sigo amando, Jinki — le aclaró.

— Entonces, no permitas que te vuelva a tocar… porque si lo hace… le voy a sacar los ojos y… — no terminó la frase, porque de pronto la vista se le nubló y la conciencia le fue ajena.

— Jinki… ¡Jinki! ¡Respóndeme, por favor! — le rogaba Jonghyun quien había logrado sostenerlo en sus brazos antes de que Jinki se desparramara en el suelo.

Alguien había llamado al 911, pero se le hicieron eternos los minutos que tardaron en llegar. Los paramédicos habían logrado despertar a Jinki pero viendo su debilidad, prefirieron llevarlo al hospital más cercano.

*—*—*—*

Jonghyun daba vueltas sin cesar en aquella sala de espera, le desesperaba tener que esperar hasta que alguien se dignara a informarle el estado de Jinki. Sabía que ya estaba consciente y que se sentía mejor pero le estaban haciendo algunos exámenes para saber exactamente a qué se debió su desmayo. La voz de un médico terminó con su espera:

— ¿Es usted, la pareja de Lee Jinki? — inquirió seriamente el galeno.

— …Sí, lo soy. ¿Jinki está bien?

— El joven Jinki está bien, no está enfermo, su estado no se puede considerar una enfermedad. Pero lo que me preocupa es, que harán con semejante responsabilidad si aun son unos niños.

— ¿Qué? No entiendo lo que me dice…

El doctor emitió un suspiro cansado antes de decir: — El joven Lee está embarazado, tiene dos meses de embarazo.

Aquello fue totalmente inesperado para Jonghyun, pero pensándolo mejor…

Desde hace mucho que tenían relaciones sexuales, muchas veces se les olvidaba protegerse y he ahí las consecuencias… Jinki, embarazado. Jinki, embarazado.

Definitivamente ese hecho, cambiaría sus expectativas para el futuro.

*—*—*—*

Jinki ya  conocía de su estado, una enfermera se lo había dicho. Había pensado que cuando tuviera un hijo ya estaría casado con Jonghyun. Ahora tenía que replantearse todo.

 A pesar de que solo tenía diecisiete años y no sabía que esperar del padre del bebé, se sentía feliz por la nueva vida que albergaba en su vientre. Sabía que sus padres lo apoyarían en todo, ellos siempre lo hacían, el bebé apenas si existía, pero Jinki ya comenzaba a hacerse ilusiones con el futuro de su hijo.

Jonghyun entró a la habitación, debía hablar con Jinki, debía saber que siempre lo apoyaría y estaría junto a él.

— Jinki… te amo. — fue lo primero que se le ocurrió decirle.

Jinki sonrió, un poco aliviado con aquella declaración: — Yo también te amo. Sé que no será fácil pero… yo lo quiero tener.

— Yo también, Jinki. Es nuestro bebé y… te prometo que lo amaré y protegeré siempre.

— ¿Eso quiere decir que me perdonas?

— No tengo que perdonarte nada, cariño. Olvidemos todo, ahora lo más importante es nuestro bebé.

Jinki estuvo de acuerdo.

Jonghyun confirmó su buena disposición a comenzar de nuevo, besando a su novio porque aunque no se lo había vuelto a pedir, Jinki era su novio, su amor y el padre de su hijo no nato.

*—*—*—*

Era lunes de nuevo pero todo era diferente para Kibum. Aun tenían que confirmarlo, pero él estaba seguro que debería someterse al nuevo tratamiento. Eso lo deprimía mucho, no quería someterse a aquel procedimiento. No quería ni imaginarse lo que sería que le pusieran un catéter[1], seguramente parecería anormal con eso saliendo por su abdomen.

— Hola Bummie ¿En qué piensas? — interrumpió sus pensamientos Minho, sentándose junto a él en su salón de clases.

— Minho… ¿Qué haces aquí? — la verdad es que, a quien más quería evitar era a su novio, porque creía que no le gustaría más si se enteraba que le iban a poner aquella cosa…

— Fui a recogerte a tu casa y tu padre me dijo que ya habías salido… quería verte antes de comiencen las clases ¿No puedo? — le preguntó un poco molesto.

— Claro que sí, es solo que me sorprendió verte…

Minho lo besó, el alto extrañaba a su novio, no lo había visto todo el fin de semana, parecía que lo estaba evitando y quería saber por qué: — Kibum… ¿Pasa algo? Siento que me estás evitando.

— Nada pasa, es solo que me he sentido un poco cansado.

— ¿Es por lo de tu enfermedad? Me lo hubieras dicho, hubiera ido a tu casa para consentirte un poco — trató de tomarlo por la cintura, pero el rubio se alejó como si su tacto le molestara.

— No Minho, te aseguro que estoy bien.

Minho lo miró dolido por su rechazo, no quería discutir, por lo que solo se despidió con la mano y salió de aquel salón.

Kibum quiso llorar pero se dio cuenta que al fin y al cabo era lo que quería. Quería que Minho se alejara de él.

*—*—*—*

Ya todos sabían del embarazo de Jinki. Sus amigos ya lo habían felicitado y también le habían ofrecido su apoyo si es que su estado le causaba algún problema en el colegio. Faltaba casi un año para terminar el colegio por lo que se vería obligado a ausentarse algunas semanas cuando diera a luz, lo había hablado con sus padres y ellos aunque no estuvieron muy contentos con la noticia, le ofrecieron su apoyo. Esa misma mañana habían ido al colegio a discutir la situación de Jinki en el colegio, no había sido fácil, pero al final las autoridades de la institución habían cedido garantizándoles a los padres de Jinki que no lo expulsarían y que le permitirían graduarse con el resto de sus compañeros.

— ¡No puedo creerlo! ¡Seré tío! — exclamaba emocionado Kibum. Se encontraban en el comedor, durante el receso.

Los presentes rieron, mientras Jonghyun besaba a Jinki en la mejilla.

— Me alegra que se hayan reconciliado, ese bebé necesita mucho amor — intervino Taemin, quien comía junto a su novia.

— ¿Por qué Minho volvió a sentarse con sus amigos? — preguntó Jinki al ver a Minho sentado en una de las mesas del centro.

— Está enojado conmigo — confesó el rubio.

— ¿Por qué? ¿Qué pasó? — quiso saber su primo.

— Es casi seguro que me van a poner un catéter para el nuevo tratamiento — la voz del rubio se quebró. — No quiero que me vea con esa cosa, no quiero que sepa que he empeorado… por eso lo estoy evitando.

— Kibum… es tu novio, te ama. Seguro que lo entenderá — alegó Taemin.

— ¿Has visto a las chicas y chicos que lo pretenden? Todos ellos son hermosos y seguro no están enfermos como yo — murmuró Kibum.

— Y ahí vamos de nuevo… ¡Kibum, tú también eres hermoso y estoy seguro que a Minho no le importa que estés enfermo! — le gritó Jonghyun.

— ¡No entiendes, Jong! ¡Nadie lo entiende, yo quiero ser perfecto para él y si tengo esa cosa saliendo de mi estómago me voy a sentir mal! — Kibum se levantó de su asiento y salió corriendo.

Minho vio a Kibum salir del comedor, preocupado salió tras él. Lo buscó por las aulas cercanas hasta que dio con él en una en el fondo del pasillo.

Kibum estaba en una esquina, pequeñas convulsiones lo asaltaban debido al llanto.

— Bummie, dime qué pasa… por qué lloras… — pidió Minho acercándose al rubio para abrazarlo por la espalda.

— Minho… ¿Tú me amas? — inquirió en medio del llanto.

— Claro que sí, crees que si no te amara ¿Estaría aquí tratando de saber lo que te pasa? — preguntó Minho con voz suave, besando el hombro de su novio.

Kibum negó con la cabeza, se dio la vuelta y besó a Minho, entrelazando sus brazos en el cuello de este.

Minho quería saber lo que pasaba con su gatito, pero lo mejor era dejar que Kibum se tranquilizara.

NOTA: para entender mejor de lo que se trata el catéter miren la imágen del siguiente link: aquí

 

Les dejo unos gifs JongYu muy lindos:

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[1]El catéter para Diálisis Peritoneal es un pequeño tubo de silicona que se introduce en la cavidad peritoneal por medio de una cirugía, el lugar por donde sale el catéter se llama sitio de salida. Es normal que al poco tiempo de haberse instalado, exista un ligero sangrado o líquido transparente en el sitio de salida, alrededor del catéter, este líquido debe desaparecer entre una y dos semanas, conforme cicatriza el sitio de salida.