CAPÍTULO 7
Desde
que Kibum vio por primera vez a Minho había tratado de imaginar cómo se
sentirían las caricias y los besos del chico alto, en algunas ocasiones soñaba
que poseía su cuerpo y despertaba con una sonrisa por las sensaciones que
experimentaba en sus sueños.
Pero
la realidad superaba con creces a sus fantasías y sueños.
Desde
que habían entrado atropelladamente a la habitación de Minho, Kibum se había
perdido en una bruma de puro placer. Minho no había dejado de tocarlo y
besarlo. Ahora mismo mientras el rubio yacía acostado en la cama con Minho
encima de él, disfrutaba de los labios de su novio mientras este le acariciaba
con sus grandes manos las piernas y el abdomen. Todavía no se habían desvestido
pero la habitación ya estaba muy caliente.
Minho
dejó de besar a Kibum, se incorporó en la cama y se despojó de su camiseta y
pantalones de un solo tirón. Kibum, sin querer perder más tiempo, le siguió
quitándose su sweater y camisa. Dispuesto a quitarse sus apretados pantalones
negros se sentó en la cama, pero estaban tan pegados a su piel que fue Minho
quien al final desprendió de su cuerpo aquella prenda.
Así,
solo con sus bóxers puestos volvieron a acostarse para seguir disfrutando del
cuerpo del otro. Más bien, era Minho quien disfrutaba del cuerpo de Kibum, ya
que el rubio no se había animado a tocarlo. Pero era su primera vez y a pesar
de la exhaustiva investigación que había llevado a cabo en Internet sobre sexo,
no podía desinhibirse y hacer todo lo que quería con su novio. Seguro Minho
pensaba que era un idiota, un virgencito estúpido incapaz de satisfacerlo….
—
Bummie… estás bién? — le preguntó el alto, al sentir tenso el cuerpo de su
novio. — Si no quieres, podemos parar….
—
No es eso, Minho. Lo deseo mucho… pero no sé como tocarte o complacerte… —
confesó el rubio cabizbajo.
—
Kibum… ¿Crees que no me complaces? — al no recibir respuesta, continuó: — Lo
haces, Bummie, sentir tus labios, tu piel y escuchar esos suaves gemidos que se
te escapan me complacen más de lo que te puedes imaginar. Sé que es tu primera
vez y en cierta forma también es la mía por eso entiendo que no te animes a
tocarme o a moverte con libertad… pero ya verás que conforme pase el tiempo,
nos volveremos unos expertos en esto.
Ese
comentario hizo reír a Kibum y enseguida las dudas se esfumaron.
Kibum
atrajo hacia él a Minho, animándose a acariciarle la espalda tímidamente. Eso
sin duda fue un estímulo para el alto, quien ansioso dejó los labios del rubio
para besar su cuello y sus clavículas. Y al escuchar los gemidos de placer de
Kibum, el alto se animó a tomar entre sus labios las suaves tetillas,
envolviendo una con su lengua mientras que una de sus manos acariciaba la otra.
Kibum
había estado seguro de que hacer el amor con Minho sería especial, pero las
sensaciones que estaba experimentando no las podría describir o comparar con
nada. Hasta ahora nada en su vida le había provocado tanto placer o disfrute
como los labios de Minho recorriendo su cuerpo y sus manos, esas expertas manos
que lo acariciaban como si fuera lo más preciado en el mundo.
El
alto hubiera querido seguir deleitándose con el cuerpo de su novio, pero su
erección le estaba pidiendo atención y él mismo ya no podía esperar más para
poseer a ese hermoso rubio que lo miraba con los ojos vidriosos y los labios
rojos, hinchados por tantos besos. Se despojó apresuradamente de sus bóxers
ante la atenta mirada de Kibum, quien al ver el tamaño de su miembro abrió
desmesuradamente los ojos.
—
Tranquilo mi amor, voy a tener cuidado — le reconfortó Minho dándole un beso y
al mismo tiempo quitándole su ropa interior.
Nunca
había siquiera imaginado hacer lo que pensaba hacer en ese momento, pero Minho,
al ver la orgullosa erección de su rubio no lo dudó más y devoró ese miembro
que le pareció hermoso.
Kibum
no pudo evitar emitir un gritito de sorpresa mezclado con placer al sentir la
boca de Minho engullendo su miembro. Los movimientos y los roces le estaban
enloqueciendo y no sabía si gritar o rogar por más, pero en definitiva el
placer lo estaba llevando a la locura.
Minho
también lo estaba disfrutando, sintiéndose aún más excitado al escuchar los
gemidos y los grititos de Kibum, ya no podía soportarlo, tenía que venirse.
Chupar y lamer el miembro de su rubio lo estaba llevando al límite, así que besándolo
por última vez, se levantó de la cama y fue en búsqueda de algo que facilitaría
lo que estaba por venir.
El
rubio miraba algo ansioso como su novio destapaba aquella botellita, por sus
investigaciones en internet sabía muy bien que se trataba de lubricante,
deseaba mucho que Minho le hiciera el amor, pero eso no disminuiría el dolor
que seguramente sentiría cuando lo penetrara.
Los
pensamientos quedaron a un lado cuando Minho introdujo un dedo embadurnado de
aquel líquido en su entrada. Lo había hecho bruscamente, sin delicadeza y a
Kibum le dolió hasta el alma.
—
Lo siento, Bummie. No fue mi intensión hacerte daño… — se disculpó
apresuradamente Minho, al ver su expresión de dolor.
—
Está bien… solo… sigue, te deseo tanto, Minho… — le animó, tomándole del cuello
para besarlo.
Después
de aquello, Minho tuvo más cuidado e introdujo dos dedos más dentro de Kibum,
estirándolo lo suficiente para que recibiera a su miembro. Una vez que Kibum
comenzó a relajarse y a moverse ansiosamente contra sus dedos los sacó y fue en
búsqueda de un condón. Apresuradamente se lo puso y más nervioso de lo que
nunca admitiría, se colocó entre las piernas de Kibum y tomando su miembro lo
penetró despacio, poco a poco, con una paciencia antes desconocida por él ya
que estaba acostumbrado a acostarse con chicas algo experimentadas.
Minho
soltó el aire que no sabía estaba conteniendo, sintiéndose en el cielo,
totalmente dentro de aquella húmeda cavidad que lo apretaba como un puño, pero
no se movió. Sabía que Kibum estaba sufriendo por la intromisión, su ceño
fruncido se lo decía, lo mejor era esperar un poco hasta que su novio se
sintiera cómodo.
Tratando
de distraer a Kibum del dolor, tomó sus labios con los propios, besándolos
lenta pero apasionadamente, entrelazando sus lenguas y mordiendo ligeramente
aquel corazón que era la boca de su rubio. Despacio comenzó a moverse, tratando
de encontrar el punto de placer de Kibum, entrando y saliendo con delicadeza
pero…
—
Minho, más… rápido… — le pidió el rubio mientras acariciaba su espalda.
Eso
fue todo lo que necesitó escuchar para acelerar los movimientos, y cuando
escuchó un fuerte gemido acompañado de un espasmo del cuerpo del rubio supo que
había encontrado aquel lugar que llevaría a Kibum a conocer lo que era el
verdadero placer.
Se
fundieron en esa danza erótica, uniendo sus cuerpos como uno solo,
demostrándose el amor que se tenían. Ambos habían encontrado el ritmo correcto
para disfrutar al máximo, se movían en sincronía como si aquello fuera una
práctica común entre ellos.
Minho
no podía dejar de besarlo mientras salía y entraba de ese interior tan ardiente
y cuando sentía que Kibum no podía ahogar los gemidos en su boca, trasladaba
sus labios al cuello níveo chupándolo y marcándolo como suyo. En tanto el rubio
le apretaba la espalda con sus manos y le apresaba con sus piernas las caderas
para que no dejara de penetrarlo una y otra vez.
—
Minho, ya… ya no puedo… — emitió con voz ahogada por el intenso placer que
estaba sintiendo.
—
Un poco más, bebé — pidió el alto, acelerando sus movimientos y atrayendo
frenéticamente con sus manos las nalgas de Kibum para hacer las penetraciones
aún más profundas.
—
Ahhh!! — gritó Kibum cuando sintió una corriente de placer recorrer su cuerpo,
contrajo su entrada y se vino, dejando su semen en su propio abdomen.
El
orgasmo de Minho llegó segundos después cuando sintió una deliciosa pero
abrumadora presión sobre su miembro, el goce se hizo insoportable y con una
última profunda estocada eyaculó en el condón, dentro de Kibum.
Se
desplomó sobre Kibum, satisfecho y encantado por tremenda experiencia, con
nadie había sentido tanto como lo había hecho con Kibum, y eso que era su
primera vez. A ese paso, su rubio lo mataría, pero moriría feliz; pensó el alto
con una sonrisa. Todavía dentro de él, besó los labios acorazonados tratando de
transmitirle sus sentimientos pero sabía que era mejor decirlo:
—
Te amo, Kibum — confesó por primera vez desde que se hicieran novios.
Kibum,
quien acariciaba lentamente los cabellos oscuros de Minho; se sorprendió por
aquella confesión. Era la primera vez que su novio se lo decía y se sintió
feliz, dichoso al asimilar aquellas hermosas palabras. Esas palabras que tanto
tiempo había esperado escuchar de Minho.
—
Yo también te amo, Minho — respondió en apenas un susurro. Su voz no le
permitió más, ya que si la alzaba, seguro se ponía a llorar y al rubio no le
parecía un momento para lágrimas.
Después
de aquellas palabras, Minho salió lentamente de él, con cuidado de no hacerle
daño. Desechó el condón y tomó un paño de uno de sus cajones para limpiar a su
novio. Luego volvió a acostarse, atrajo
a Kibum a su pecho, lo abrazó y besó su cabeza cariñosamente.
—
Minho… — pronunció vacilante el rubio.
—
Sí, Bummie — respondió frotando su mentón con los suaves cabellos rubios.
—
¿Te gustó lo que hicimos? ¿Estuvo bien? —
inquirió con tono dubitativo.
Minho,
sorprendido por aquellas interrogativas se incorporó hasta encontrar su mirada
con la felina: — Por supuesto que sí… no entiendo por qué preguntas eso… me
gustó Kibum y no solo eso, me encantó… lo disfruté como no te imaginas.
—
Es que, yo no tengo experiencia y pues… no hice nada más que acostarme y
recibir tus besos y caricias…
—
Ah Bummie!! Con el tiempo verás que
perderás tu timidez, pero te vuelvo a asegurar que me encantó o… es que
¿Tú no lo disfrutaste?
—
¡Sí, sí lo disfruté! — volviendo a acostarse en el pecho de Minho, dijo: — Fue
maravilloso — bostezó, sintiéndose muy cansado.
—
Descansa bebé — le pidió Minho, disponiéndose a dormir también.
_.—._
A
esa misma hora, Jinki se encontraba en su casa, llorando en el regazo de su
amigo Joon a quien ya le había contado de su rompimiento con Jong:
—
Ya…cálmate Jinki… él no merece tus lágrimas — trató de consolarlo.
—
Yo lo amo, Joon. Pero a veces es insoportable — gimoteó llorando — Sigue
insistiendo en que tú quieres conquistarme…
—
Eso es solo un pretexto. Perdóname si te hago daño con lo que te voy a decir…
pero… creo que ya no te ama y ha encontrado a otra persona — dijo
maliciosamente, Joon.
Jinki
paró de llorar y miró a su amigo asustado: — ¿Crees que por eso se inventa esas
cosas? ¿Quiere deshacerse de mí, porque me ha estado engañando con alguien?
—
Sí, eso es lo que creo… te aseguro que pronto lo verás con alguna chica o
chico.
Al
escuchar eso y de sólo imaginárselo, Jinki volvió a llorar. Le dolía tanto
pensar que fuera cierto lo dicho por su amigo… — ¡No! Él no me haría eso… Voy a
ir a hablar con él ahora mismo — decidió Jinki, levantándose y dirigiéndose a
la puerta.
—
¡Jinki, no lo hagas! No le ruegues… además, no creo que te diga la verdad. Lo
mejor es que te tranquilices — le pidió volviendo a acomodarlo en el sofá en el
que permanecían desde que llegó.
—
Sabes qué, Joon. Te agradezco mucho por tu apoyo, pero estoy cansado… quiero
dormir.
Se
despidieron con un abrazo y mientras Jinki, con los ánimos por el suelo fue a
su habitación a descansar; Joon caminaba hacia su casa, con una sonrisa en el
rostro, satisfecho por cómo se habían dado las cosas.
Un
poco más, solo un poco más y tendría a Jinki para él.
_.—._
Una
fina línea de luz se colaba por la cortina de la ventana del cuarto de Minho
reflejándose en el rostro de Kibum, quien por la molesta luz despertó con el
ceño fruncido. Buscando el calor de su novio, volteó su cuerpo hasta quedar
boca abajo pero el frío espacio a su lado fue indicio de que Minho hace tiempo
se había levantado. Suspiró decepcionado aún sin abrir los ojos, todavía tenía
sueño así que se dispuso a dormir otra vez, pero el suave aliento sobre su
espalda lo sobresaltó. Era Minho que silencioso había entrado a la habitación
para sorprender a su novio con el desayuno ya preparado.
—
Buenos días, Bummie… mira lo que te preparé — dijo sonriente Minho, señalando
hacia la bandeja que cuidadosamente había dejado sobre su escritorio.
—
Buenos días, Minho — le contestó el rubio también sonriente y frotándose los
ojos. — Gracias, se ve delicioso — añadió al observar lo que su novio le había
preparado.
—
Creo que las tostadas se me quemaron un poco… pero el jugo está delicioso y…
espero que no se me haya pasado el azúcar en el café. — se excusó el alto,
pasándole la bandeja a Kibum en la cama.
—
Lo importante es que lo hiciste para mí. — le tranquilizó, comenzando a
servirse una tostada.
Desayunaron
amenamente, entre besos y miradas, sintiéndose más cómodos que nunca y amándose
más a cada instante. Después de desayunar, se apresuraron en alistarse para ir
a clases, además la madre de Minho llegaría en cualquier momento. Se ducharon
juntos, se pusieron sus uniformes y se arreglaron un poco antes de salir de
aquella casa.
Mientras
iban en el autobús que los llevaría al colegio, Kibum recibió una llamada de
Taemin, quien le pedía que fuera lo más pronto posible al colegio ya que Jinki
estaba deprimido y que apenas lo había visto se había lanzado a sus brazos a
llorar.
Kibum
le prometió llegar en unos minutos, después de todo, estaban a punto de llegar
a su destino.
_.—._
—
Es que no lo entiendo… Joon siempre ha sido solo mi amigo… y ahora Jonghyun
cree que él quiere algo conmigo… — sollozaba Jinki terminándoles de contar a
Taemin, Kibum y sus respetivos novios como es que Jonghyun había terminado con
él.
—
Jinki… no estoy de acuerdo con la decisión de mi primo, pero creo que debes
considerar la opción de que Joon esté enamorado de ti — le aconsejó Kibum. Él
siempre había sospechado de las intenciones de Joon pero no le había dicho nada
a Jinki porque por todos era conocida la forma en la que este defendía a su
amigo.
—
¡No! ¡Joon nunca me ha insinuado nada de esa naturaleza! — gritó enfadado
Jinki.
Kibum
iba a replicar algo pero Minho le interrumpió con las siguientes palabras: — Sé
que no soy tu amigo… pero sí lo soy de Joon, y lamento decirte que Kibum tiene
razón y creo que no solo deberías considerar esa opción sino que la verdad es
que Joon sí está enamorado de ti. — Jinki iba a rebatir, pero Minho siguió
hablando: — No sé por qué aun no te lo ha dicho pero siempre que tú entras a
colación en una conversación, su rostro se ilumina y se refiere a ti como su
futuro novio y el amor de su vida. —declaró Minho, ante un Jinki estupefacto.
—
¡Lo sabía! Sabía que ese idiota estaba
enamorado de ti — dijo triunfante el rubio.
—
Kibum, todos lo sabíamos... esperábamos que Jinki se diera cuenta pero ya que
tu novio ha abierto la boca… ya qué — se resignó Taemin. — Jinki… ¿Estás bien? —
preguntó observando la cara totalmente pálida de su amigo.
—
Es que… no lo puedo creer… yo creí que sus coqueteos y sus besos eran solamente
juegos de amigos… — sollozó tomándose la cabeza. — Soy un tonto y ahora por
culpa de mi estupidez perdí a Jonghyun.
—
No pienso que sea tarde, habla con él… yo sé que él te entenderá — le sugirió
el rubio.
—
Sí, lo voy a hacer… pero también quiero que Joon me diga sus verdaderos
sentimientos — expresó Jinki, resentido y enfadado al sentirse engañado por su
amigo.
El
timbre de inicio de clases sonó y algo renuentes tuvieron que ir a sus
respectivas clases. Porque todos estaban preocupados por el desenlace de ese
embrollo.
_.—._
Al
llegar el receso, Jinki había esperado que Jonghyun se sentara a comer con él y
sus amigos pero se sorprendió al ver como su ex novio los ignoró y se sentó en
una mesa lejana a la que siempre ocupaban.
—
Jinki… ve y habla con él, parece que piensa que estamos de tu lado… así que
mejor aclara las cosas — le pidió Taemin.
—
Está bien — aceptó Jinki, levantándose con su bandeja de comida hacia Jonghyun.
O esa era la intención porque cuando estaba a medio camino fue interceptado por
su amigo Joon, quien sonriente, lo tomó de la cintura y casi lo arrastró lejos
de Jonghyun.
Joon
había logrado sacarlo del comedor y ahora lo llevaba por uno de los pasillos
del colegio.
—
¡Suéltame Joon! ¿¡Quién te crees para arrastrarme así!? — espetó desesperado
Jinki.
—
Pues hasta donde yo sé soy tu amigo, tu mejor amigo — recalcó Joon extrañado
por la actitud de Jinki.
—
Eras, Joon. Eras mi mejor amigo. —
soltó Jinki muy enfadado.
—
¿Qué? ¿Por qué? — reclamó Joon, preocupado.
—
Porque abrí los ojos, porque sé que todo lo que me dijo Jong era verdad y porque
tu propio amigo me lo confirmó. — Joon, al escuchar eso, se sobresaltó, no podía ser. — ¿Por qué Joon? ¿Por qué
no me lo dijiste desde el principio? ¿Por qué no me dijiste que estabas
enamorado de mí?
—
¿Por qué? Porque desde que nos conocimos has estado ilusionado con ese imbécil,
así que primero tenía que lograr que se separaran, que él no quisiera saber más
de ti y entonces yo te consolaría, yo sería tu apoyo y con el tiempo… me
amarías como yo a ti — confesó de una vez por todas, Joon.
—
Pero escúchate… pareces un loco — Jinki murmuró asustado, alejándose de Joon. —
Lo siento mucho Joon, yo te quiero pero a Jonghyun lo amo, si no eres capaz de
asumirlo, lo mejor es que nos alejemos…
—
No Jinki… ¿Cómo podría alejarme de ti, si tu eres lo único bueno en mi vida? —
inquirió Joon tratando de abrazar a Jinki.
—
Yo no he hecho nada para que tú creas que tienes oportunidad conmigo… no
entiendo por qué tienes esas ilusiones… — le aclaró, esquivando los brazos de
Joon.
—
¿Quién no te amaría, Jinki? Eres hermoso, tu sonrisa es como la luz para mí y
tu forma de ser… eres perfecto, perfecto para mí, mi amor… — otra vez trató de
abrazarlo, pero Jinki fue más rápido y se alejó.
—
Joon, lo mejor es que lo dejemos así. Yo no podría enamorarme de ti, yo amo a
Jonghyun. Con el tiempo… si logras superar esa obsesión por mí, hablaremos. —
concluyó Jinki, corriendo hacia el comedor. Le asustaba estar solo con Joon y
todavía tenía que arreglar las cosas con Jonghyun.
Nota: para el próximo capi, prometo más Minkey.... y quisiera saber si quieren o les gustaría leer Jongyu lemon, por mi yo solo lo mencionaría pero si a ustedes les gusta yo lo escribo. Muchas gracias a esas personitas hermosas que comentaron el capi anterior, les quiero de la tierra al cielo.
XOXO
2 comentarios:
MEEEEEEEEEEEEEE AAAAAAAAAAAA ENCANTADO Y SI YO QUERO LEMON *-* (¬¬LO SE SOY UNA PERVETIDA XD PERO ASI ME QUIENREN Y ME QUIERO) AMO TU HISTORIA PERO LA QUE MAS ME GUSTA ES MI RAZON DE SER ESPERO CONTI MUCHOS BESOS
Yo si quiero jongyu lemon *ponecaradepervertida*
*O* me he enamorado de este capítulo , es tan asdfadafsfadadadafs *---* .
Me encanta la historia y no me gustó nada nadita que lo dejaras así , quiero saber que pasa en el próximo cap C: .
Espero que puedas actualizar Mi razón de ser que también me tienes ascuas esperando la actu *^*
Te mando un abrazo psicológico * se lo copia de hola doy german xD * desde España :D
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