CAPÍTULO 6
Y ahí estaba Minho,
tocando la puerta de la casa de Kibum
para poder hablar con él acerca del incidente ocurrido con aquella atrevida
chica. Ya había insistido mucho y nadie le abría, pero él sabía que Kibum
estaba dentro y no se rendiría hasta que su rubio novio accediera a abrirle la
puerta.
Pero después de que
pasara una hora pegado a la puerta, decidió que debía hacer algo más drástico
para llamar la atención de Kibum. Así que llenando de aire sus pulmones, se
dirigió a media calle y gritó:
— ¡Kibum!¡Bummi! ¡Por
favor déjame explicarte lo que pasó! —gritó con su voz aguda. — ¡Ella me besó,
ni siquiera me di cuenta hasta que se alejó de mí! ¡Te juro que yo no…!
Un muy enfadado Kibum
abrió intempestivamente la puerta de su casa y le ordenó a Minho que entrara: —
Entra y deja de hacer el ridículo —
Una vez dentro, Minho
nervioso trataba de acercarse a Kibum, pero este daba un paso atrás: — No me vas a tocar hasta
que me expliques por qué estabas besando a esa niñita idiota — exigió el rubio.
— Ya te lo dije Kibum,
yo no la besé. Estaba esperándote y como siempre comenzaron a rodearme algunos
chicos y chicas, vi que la chica se acercaba y cuando me di cuenta ya estaba
alejándose de mí y entonces tú estabas ahí y saliste corriendo….
— Te creo.
— ¿En serio?— dijo
esperanzado el alto.
— Sí, pero eso no
significa que no vaya a vengarme de esa niñita por besar a mi novio. — amenazó Kibum.
— Bummie… me encanta
que me celes, pero no vayas a hacerle algo muy malo — alegó Minho, abrazando a
su novio quien ahora sí se dejó tocar — después de todo solo son niñas bobas
que creen que pueden conquistarme con esas niñerías.
— Claro y a ti te gusta
que lo hagan, ¿cierto?
— Al principio me
alagaba, pero ahora que te tengo a ti, es molesto.
Kibum estaba muy cómodo
en los brazos de Minho pero le pareció que ese momento era el adecuado para
aclarar aquello que le estaba incomodando hace semanas: — M- Minho… ¿Yo t- te
gusto? — preguntó torpemente.
— ¿Eh? ¿Por qué me
preguntas eso, Kibum? Creo que es más que obvio que me gustas de lo contrario
no serías mi novio.
Kibum se dio cuenta de
que no se había expresado bien en lo que quería decir, así que suspirando
profundamente, habló directamente: — ¿Por qué aún no hemos tenido sexo, Minho?
Esa pregunta dejó
totalmente sin habla a Minho, quien no sabía cómo decirle a su novio que se
había dado cuenta de que era virgen y no quería lastimarlo porque además el
tenía nula experiencia en hacerlo con un chico.
— ¿Tú quieres tener
sexo conmigo, Kibum? — fue lo que al final dijo el alto.
—Por supuesto que sí.
¿Es tan raro que quiera que me hagas el amor?
— No, pero no crees que
deberíamos esperar un poco más…
— ¿Más? ¿Para qué?—
casi gritó el rubio — O es que no me deseas y solo te estás burlando de mí.
— ¿Qué? No digas eso,
Kibum.— se sobresaltó el alto.— Me gustas, te deseo… me encantas. — algo
cohibido, continuó: — Pero yo no tengo experiencia haciéndolo con chicos… y
pues, no quiero lastimarte…
— Yo estoy seguro que
no me lastimarás y además yo también te deseo…
— Pero Kibum, ¿Estás
seguro que quieres que yo sea tu primero?
—
¿Y
quién más? Tú eres mi novio ¿O quieres que vaya a decirle a Siwon que quiero
tener sexo? — le retó Kibum.
— Ni siquiera lo
menciones, ese idiota, no dudo de que aprovecharía la oportunidad. Y si antes
se lo hubieras permitido, hoy sería hombre muerto — espetó el alto.
— Ay Minho, no seas
hipócrita. Es cierto que no me he acostado ni con él ni con nadie, pero tú no
tienes derecho de ser así de posesivo cuando te has acostado con muchas chicas…
— Ya, está bien —
tranquilizó Minho, dándole un beso a su novio. —Y… sobre lo del sexo, será
cuando se dé el momento, prometo no detenerme o contenerme.
— Bien, pero que no pase mucho tiempo — advirtió Kibum
haciendo un lindo pucherito.
La venganza de Kibum
contra la chica al final no había sido tal cosa. Un día que Minho esperaba a su
novio en la salida del colegio, vio a aquella chica acercársele de nuevo pero
antes de que pudiera hacer o decirle algo, apareció Kibum quien con tan solo
una mirada retadora hizo que la chica retrocediera y que con algo de temor
desapareciera del lugar.
Los
acosadores y acosadoras del alto retrocedieron un paso al ver la mirada de
Kibum, todos conocían el carácter del rubio en aquel colegio, sabían que podía
aparentar ser un chico tranquilo pero cuando se metían con él o sus amigos, lo
mejor era alejarse porque podía convertirse en una persona muy peligrosa, y no
es que usara la violencia, era más bien su actitud amenazadora y mirada asesina
la que los ahuyentaba.
Minho
nunca había visto ese lado de Kibum, por lo que no supo cómo reaccionar cuando
el rubio lo tomo de un brazo y lo besó tan efusivamente que pareció como si la
vida se le fuera en eso.
Cuando
ambos se fundieron en aquel beso, todos los acosadores de Minho se dispersaron.
Kibum había querido dejarles muy claro quién era el novio de Minho y por lo
tanto el único con el derecho de besarlo y tocarlo. Lo había logrado.
~ ~
Las
semanas transcurrieron una tras otra. Minho y Kibum cada vez conocían más del
otro. Y aunque descubrieron que no tenían mucho en común seguían gustándose, mucho
más que eso, sentían amor el uno por el otro.
Las
y los admiradores de Minho desde ese día que Kibum los había ahuyentado no se
atrevieron a volver a acosarlo. Al parecer la actitud y mirada de Kibum había
sido suficiente para que lo dejaran en
paz.
El
semestre terminó y estaba a punto de iniciar el campeonato intercolegial de
fútbol. Gracias a la ayuda de Kibum y su propia perseverancia, Minho aprobó el
semestre sin ningún inconveniente por lo que seguía siendo el capitán del
equipo y jugaría en todos los partidos.
Cuando
iniciaba un campeonato había una situación que siempre persistía y se trataba
de los celos descontrolados de Jonghyun hacia Jinki. ¿La causa?
Lee
Joon, cada año insistía en que su “mejor amigo” fuera a verlo jugar todos los
partidos de fútbol del campeonato intercolegial. Jinki, siendo el chico amable
y despistado que era, aceptaba sin rechistar con una enorme sonrisa en su
rostro. No veía nada extraño en que su amigo quisiera que lo apoyara en los
partidos.
Y
era exactamente eso lo que le molestaba a Jonghyun, que su novio aceptara ir a
todos los dichosos partidos y que además le pareciera normal que Joon le
dedicara los goles que anotaba. Pero él sí conocía las verdaderas intenciones
de Joon, porque él mismo se las había dicho un día en que cansado de que
acaparara la atención de su novio, le había reclamado al muy idiota. Sus
palabras habían sido: “No me importa que Jinki te deje de lado para estar
conmigo, es más, me alegro de eso. Porque tarde o temprano, lograré que sea mi
novio y tú sobrarás en nuestra relación así que mejor vete haciendo la idea de
que lo perderás”
Desde
ese día no podía evitar sentirse inseguro, él amaba a Jinki, era lo mejor que
le había pasado en sus dieciséis años y no quería perderlo. Pero era tan
difícil tratar de hacer entender a Jinki que su amiguito Joon quería
separarlos… y muchas de sus peleas se daban por ese motivo. Porque Jonghyun
trataba de hacerle ver que Joon quería conquistarlo y Jinki se enfadaba ya que
creía que su novio exageraba y es que para él, Joon nunca había tratado de
seducirlo o ponerlo en contra de Jonghyun.
Joon
varias veces había tratado de besar a Jinki y de hecho sí le había besado en la
mejilla y frente, lo abrazaba, le decía palabras cariñosas y le regalaba cosas
que sólo un chico al que le gustas te daría. Todos esos detalles para Jinki no
eran más que bromas o cariño de amigo, pero para Joon no era así. Lo peor de
que Jinki aceptara aquellos besos, caricias y detalles era que su mejor amigo
creía que de a poco lo iba conquistando y que pronto lograría que termine con
Jonghyun y aceptaría ser su novio.
Era
lunes por la tarde y el campeonato de fútbol intercolegial había iniciado. El
equipo de Minho en el que también jugaba Joon iniciaría su participación ese
día jugando como local. Los graderíos del colegio estaban repletos, los chicos
y chicas gritaban animando a sus equipos, los carteles con los nombres de sus
jugadores favoritos se alzaban por toda la concurrencia. En medio de todo ese
griterío y rebullicio de estudiantes eufóricos se encontraban Kibum, Jinki,
Taemin, Jonghyun y Suzy.
A
Kibum no le gustaba el fútbol ni ningún otro deporte pero Minho estaba en la
cancha jugando y él como buen novio, lo animaba incondicionalmente. Sólo por su
novio se había atrevido a pintarse la cara con los colores del colegio y llevar
pompones para que sus movimientos llamaran más la atención. Las personas a sus
alrededor se le quedaban viendo como si fuera ridículo lo que estaba haciendo
pero al rubio no le importaba. El campeonato anterior había tenido que
contenerse de gritar y animar a Minho para que no pensaran que le gustaba el
alto, pero ahora era diferente. Minho era su novio y no había nadie con más
derecho de animar, saltar e insultar al árbitro o a otros jugadores que se
metieran con el alto que él.
Jinki
no se quedaba atrás, para animar a Joon e incluso a Minho había llevado un
colorido cartel, el cual sostenía en alto en todo momento. Jonghyun lo miraba
con el ceño fruncido y de brazos cruzados. Por eso es que odiaba venir a estos
partidos, antes lo soportaba más debido a que Kibum lo acompañaba en su
desgracia y lo consolaba mientras Jinki gritaba como loco por su amigo, pero
ahora que Kibum se había unido al club de psicóticos gritadores, se sentía
desplazado y solo.
Tamien
quien junto a su novia observaba sentado el partido, observó la expresión de
Jonghyun y trató de animarlo:
—Jong, ¿Por qué mejor
no me platicas como te fue este fin de
semana en el club? — preguntó Taem, tratando de distraer un poco al otro,
refiriéndose a que Jonghyun había tenido que hacer una función especial para
unos empresarios importantes y que según les había dicho le pagarían muy bien.
— Pues… al final me
quedé hasta muy tarde cantando para ellos, pero valió la pena porque me pagaron
bien, el único problema es que le dieron el cheque a mi madre, ya sabes por eso
de que soy menor de edad… pero ella me aseguró que lo depositaría en mi cuenta
esta semana. — respondió Jonghyun sin dejar de mirar a su muy animado novio.
—Me
alegro, Jong. Te lo mereces, tienes una hermosa voz, yo creo que deberías
dedicarte a cantar — le animó Taemin mientras su novia asentía dándole la
razón.
—
Sí, creo que eso haré. Pero tengo que hablarlo con mis padres. — contestó
lacónico.
—
Jong… sabes que Jinki te ama y no te engañaría y mucho menos de abandonaría por
otro ¿verdad?
—
No lo sé, yo… trato de confiar en él, pero es difícil cuando insiste en pasar
tanto tiempo con ese amiguito suyo.
—
Una cosa es que Joon esté enamorado de Jinki, pero otra muy distinta que lo
acepte y te deje por él.
—
Sí, tienes razón — admitía más animado Jonghyun y en ese mismo momento Joon
anotaba un gol y corría directo a Jinki para dedicarle el gol, cuando estuvo
frente a él, le lanzó un beso con la mano y Jinki emocionado e ignorante del
verdadero significado de aquel acto, sonrió y se sonrojó en aceptación de
aquella dedicatoria.
Jinki
podía ser ingenuo y creer que los actos de Joon eran solo los de un amigo, pero
Jonghyun ya estaba cansado de ver como aquel idiota se le insinuaba a su novio
y como este lo aceptaba. ¡Si hasta se había sonrojado!
Enojado
por tener que presenciar aquello, Jonghyun se levantó, caminando hacia la
salida de la cancha. Estaba harto de soportar que Joon coqueteara con su novio.
Decidió que ya no lo haría más, que esa situación era demasiado tensa y le
estaba haciendo daño. Hablaría con Jinki lo antes posible, trataría de abrirle
los ojos por última vez y si no funcionaba, entonces… sería el adiós.
~ ~
El
grito de la hinchada del equipo local retumbó por toda la cancha. Era el
segundo gol que anotaban y lo autor de ese gol fue Minho. Emocionado a más no
poder, Kibum saltaba y gritaba celebrando la anotación de su novio y por eso no
se dio cuenta de que Minho había corrido hacia él y que ahora le daba un corto
pero muy dulce beso. Tan rápido como terminó el contacto, Minho le sonrió y
volvió presuroso a la cancha ya que el árbitro estaba a punto de sancionarlo
por salir del campo de juego.
Kibum
sonrió embobado por el gesto pero la sonrisa se le quitó cuando se sintió
observado. Todos a su alrededor lo miraban, unos rencorosos, otros sonrientes y
otros tantos envidiosos. Pero no importaba, él era el novio de Minho y por lo
tanto nada malo había en que le demostrara su amor. Lo demás era irrelevante.
Al
terminar el partido, que por cierto lo había ganado el equipo de Minho; Taemin
desapareció con su novia, Kibum se dirigió a los camerinos para encontrarse con
Minho y Jinki se dio cuenta que estaba solo. No se había percatado de que
Jonghyun salió del graderío y de la cancha. Extrañado por aquello, lo llamó a
su celular. Jonghyun contestó al tercer tono y muy seriamente le había pedido
que fuera a su casa porque tenían que hablar.
—
Me puedes explicar, ¿Por qué te fuiste del partido y me dejaste solo? — exigió
saber Jinki enfadado cuando Jonghyun lo dejó pasar a su casa.
—
No creí que te importara, estabas tan inmerso en animar a Joon que ni siquiera
te diste cuenta cuando me levanté y me fui — le reprochó.
Jinki
pareció avergonzado por unos segundos pero luego recuperó su expresión
enfadada: — Ya te he dicho hasta el cansancio que Joon es solamente mi amigo, y
es cierto que estaba muy concentrado en el partido pero eso no quiere decir que
no me importe que mi novio se vaya dejándome…
—
Jinki… ¿Qué significó ese beso que te envió Joon? — le interrumpió Jonghyun.
—
Pues…el siempre es así. Le gusta avergonzarme… y es muy meloso. Es solo una
broma…
—
Claro, una broma — dijo despectivo. — Para mí no lo fue y ya estoy cansado de
esto. Así que elige Jinki, él o yo — exigió Jonghyun.
—
¡Pero qué demonios, Jong! — gritó Jinki enfrentando a Jonghyun. — Joon es mi
amigo y tú mi novio. No veo por qué deba elegir. Te he dicho mil veces que él
no quiere nada conmigo ni yo con él, así que déjate de idioteces — bramó muy
enojado.
—
Sí, tal vez sea cierto de tu parte, pero de Joon, no. Él me lo dijo, dijo que
lograría separarnos y hacerte su novio, así que no puedo seguir con esto,
Jinki.
—
¡Lo estás inventando, Jonghyun! ¡Lo inventas porque eres un egoísta y no te
gusta que pase tiempo con él! — le reclamó exaltado. — El mismo Joon me lo ha
dicho, tus celos te ciegan y te hacen ver cosas que no existen.
—
Eso es parte del problema Jinki, que crees más en él que en mí. Pero ya no
importa… terminamos Jinki. Ya no quiero estar contigo — dijo determinado. —
Creo que deberías intentarlo con él, ahora eres libre de hacerlo, ustedes
tienen tanta química, se llevan tan bien y además confías tanto en él que quizá
sea el indicado para ti.
—
Jong, por favor… yo te amo a ti, lo sabes… — susurró Jinki.
—
No lo sé, Jinki. Si me amaras me hubieras creído cuando te dije que Joon está
enamorado de ti, me creerías cuando te digo que él mismo me lo dijo, confiarías
en mí y tratarías de quitarte la venda de los ojos, pero no. No lo has hecho. Y
ya no quiero sentir esta angustia cuando pienso que en cualquier momento me
dejarás… Por favor, vete. — le pidió cansado, ya sin ánimos de discutir.
—
Tú tampoco confías en mí… no confías cuando te digo que nada va a pasar entre
Joon y yo.
—
Hasta cuándo Jinki, hasta cuándo. Porque desde mi perspectiva, he visto que le
correspondes sus coqueteos, sus indirectas y solo es cuestión de tiempo para
que veas que te gusta más que yo…
—
¿Y tú no lucharás? ¿No harás nada para que permanezca contigo? Simplemente me
dejas ir. — le espetó Jinki.
—
Ya lo he hecho, llevo meses haciéndolo. Pero tú en vez de acercarte más a mí lo
haces en dirección a él. Por eso, prueba Jinki, piensa… si tanto te gusta pasar
tiempo con él, si te gusta animarlo como si fuera el mejor jugador del equipo y
te gustan sus coqueteos pues… adelante.
—
Sí, está bien. Tienes razón. — limpiándose una lágrima que se le había
escapado, salió de la casa de su ahora ex novio.
Después
de salir de la cancha, Kibum y Minho se dirigieron a la casa del alto para
pasar juntos lo que quedaba de la tarde y noche. La madre de Minho iba a
trabajar turno doble por lo que no dormiría en su casa. Aprovechando aquello,
Minho había convencido a su novio para que durmiera con él. Y en honor a la
verdad, no solo quería eso.
A
Kibum le había costado mucho que su padre le permitiera quedarse en la casa de
Minho, pero lo había conseguido diciéndole que la madre de su novio estaría ahí
con ellos, vigilándolos. Era mentira, pero estaba dispuesto a cualquier cosa
con tal de pasar la noche con Minho, sabía que era una oportunidad única para hacer algo más. No
importaba que se sintiera un poco mal, que en los últimos días le hubiera
dolido la cabeza y que hasta vomitara en la mañana. No creía que fuera algo
serio, se había olvidado algunos días de tomar sus medicinas y para nada había
seguido su dieta pero es que cuando pasaba el tiempo con Minho, lo demás
desaparecía.
Cuando
llegaron a la casa del alto, se habían dispuesto a ver una película pero en vez
de eso, ahora se comían las bocas como si fuera de vida o muerte. La película
había quedado olvidada y los gemidos y los roces era lo único que en aquella
habitación se escuchaba. Habían pasado varios meses desde que se propusieron
tener relaciones sexuales, pero no habían encontrado un momento propicio para
hacerlo; porque si no estaban en el colegio, estaban en la casa de uno o de
otro pero siempre estaban sus padres presentes por lo que no tenían privacidad.
Por eso, ahora aprovechaban para tocarse y besarse a más no poder.
Minho
se había colocado sobre Kibum en aquel incómodo sofá. Mientras besaba al rubio,
acariciaba por encima de la ropa sus piernas y caderas. Ambos estaban muy
excitados y dispuestos a todo. Así que tomando la iniciativa, Minho le susurró
a Kibum:
—
Bummie… vamos arriba, ahí estaremos más cómodos. — Kibum, más preocupado en que
su novio siguiera besándolo, asintió y fue tras Minho hacia su cuarto.
Jinki
necesitaba hablar con sus amigos, estaba muy dolido por el rompimiento con
Jonghyun y quería un poco de apoyo y consuelo.
—
Contesta, por favor — pedía, mientras esperaba que Taemin le contestara la
llamada. Pero no lo hizo.
Ya
había intentado hablar con Kibum y tampoco le contestó el teléfono. Solo le
quedaba una persona a quien llamar. Algo inseguro, buscó el número en sus
contactos y llamó. No había timbrado ni dos veces y la persona le contestó:
—
Jinki, me alegra que me llames. Quería invitarte esta noche a una fiesta…
—
Joon… — sollozó Jinki. — ¿Puedes venir a mi casa? Necesito hablar con alguien… —
casi rogó.
—
Por supuesto. Voy ahora mismo. —fue la respuesta inmediata de su amigo.
Jinki
estaba consciente de que había terminado con Jonghyun a causa de su amistad con
Joon, pero de verdad necesitaba desahogarse, hablar con alguien, que alguien le
escuchara y entendiera su dolor, ya que ni Taemin ni Kibum habían contestado
sus llamadas, su última opción fue Joon.
3 comentarios:
Uis uis uis uis :s
Aquí va a ver drama , pero vamos ... xDD
Jinki , entiende de a joon le gustas y que quiere hacer cosas para +18 contigo (xD).
Dime que en el próximo capítulo va haber lemon hard , por fa plis ~~ jajajajajaja
Me encantó el capítulo , cada vez mas interesante :D
Chica do Brasil presente aqui o/ jajajajaja(vou escrever em pt-brasil) Uaaaaaaaa que fogosos esse Minkey :), coitado do Jongas. T.T
Aguardando o próximo cap!!!!!!não delord please
neee jinki el bobo ese esta enemorado de tiiiiiiiiiiiiiiiiii ahhhhhh por que eres tan inocente(bobo) ¬¬
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