Mi razón de ser (Cap 7)

Creo que esto de actualizar después de semanas se me está haciendo costumbre, pero la verdad es que tengo tantas cosas en la cabeza. Sé lo que quiero que pase pero no puedo plasmarlo con letras. Este capi se me ha hecho muy difícil de escribir, como dije sabía lo que  tenía que pasar pero no me salían las frases... de todas formas creo que fue difícil porque este capi es muy triste a mi parecer y también lo será el siguiente ;_;. Les agradesco mucho a las personas que aun siguen el fic, en especial a aquellas que comentan, porque aunque en alguna ocasión dije que de eso no dependía la trama, sí es cierto que me dan muchos ánimos. Así que muchas gracias por el apoyo y el interés. Les quieroooooo!!! XD Ahhh y espero con todo mi corazón escribir un shot por navidad o año nuevo, ese será mi regalito para ustedes.

Y ahora sí el capo:

CAPÍTULO 7

Video N° 35 – 7 de enero de XXXX

“Después, cuando obtengamos el dinero, podemos tener nuestra propia luna de miel. No dejaré que vayas a hacer tu nueva vida sin antes follarte como se debe. Quiero tenerte sólo para mí durante un par de días, claro que no saldremos de la cama”.

“Como tú quieras”

Minho veía atónito como aquel tipo penetraba a Kibum comenzando así el acto sexual. Con esa escena terminaba el último video contenido en uno de los CD enviados a Minho en aquel paquete. El alto ya había visto cada uno de aquellos CDS y en ese momento no sabía cual le había roto más el corazón.

El primer video le había mostrado a Kibum y al tal Dongwoon haciendo un trato para estafarlo; en otro video observó a Kibum acostándose con un tipo que después de unos momentos cayó dormido, enseguida le observó quitarle su cartera y todas sus posesiones de valor; otro contenía varias escenas sexuales entre Kibum y varios tipos, tipos que después por otro video se enteró eran estafadores cómplices del jefe de la banda; el siguiente le había mostrado a Kibum detallándole a su jefe de fechorías todas las cosas que haría para hacer más creíble su mentira, como por ejemplo: que conseguiría empleo en una panadería o que alquilaría un cuarto para recibirlo ahí. Así un video tras otro le fueron mostrando a Minho que todo lo que había vivido durante todo ese tiempo con Kibum era un gran engaño.

El Kibum que había visto en los videos era una persona fría, sin escrúpulos y muy calculadora, capaz de efectuar cualquier bajeza con tal de conseguir su objetivo. De verdad que sólo un idiota se dejaría engatusar por alguien así y “¡Felicidades! Choi Minho era el idiota más grande del mundo” pensaba el alto.

Durante todo ese tiempo, había creído conocer a su esposo, creyó que las sonrisas, las miradas y las caricias eran reales; pero no habían sido más que una pantomima para conseguir su fortuna.

Y aún después de mirar cada uno de esos videos no había podido derramar ni una lágrima, su corazón le dolía y en su garganta había un gran nudo que le dificultaba respirar pero las lágrimas se negaban a salir. Todo su mundo se había venido abajo y todavía no sabía qué hacer o cómo actuar.

Decidido a terminar con aquella tortura, tomó la tarjeta de memoria que acompañaba a los CDS. Introdujo el dispositivo en la ranura de la laptop y enseguida una carpeta con documentos escaneados se desplegó. A medida que leía el contenido de los documentos, el rostro de Minho se iba endureciendo cada vez más y más, porque lo que aquella memoria contenía eran los expedientes médicos de Kim Kibum.

Aquellos documentos contenían el detalle de cada aborto que Kibum se había hecho desde los dieciocho años, algunos papeles describían el procedimiento al que le habían sometido para detener una hemorragia debido a una mala práctica de aborto, en otros hasta se detallaba lo que habían hecho con los pequeños fetos; uno había ido a la fosa común y otros se les había destinado a ser usados como experimentos según lo leído por el alto.

- Perfecto, lo único que faltaba. Además de estafador y mentiroso, es un asesino. – soltó amargamente Minho a la nada.

~*_ *_*_*~

Kim Jongin era muy popular en la escuela a la que asistía, muchos chicos y chicas lo admiraban y deseaban. Pero desde que había comenzado el año escolar nadie había llamado su atención o eso es lo que creía el resto de alumnado. Porque la verdad era que Jongin mejor conocido como Kai, sí se había fijado en alguien y más que eso; creía estar enamorado de aquel hermoso ser de sonrisa inocente.

Desde la primera vez que lo vio quiso acercarse a él, pero una timidez antes desconocida se había apoderado de Kai. Durante días, lo único que había hecho era seguirlo desde lejos. De esa manera había descubierto la pasión de Taemin por el baile, desde que lo vio bailar y moverse tan fluida y elegantemente supo que no habría nadie más. Kim Jongin, a sus diecisiete años estaba seguro de haber encontrado a su otra mitad y ya era tiempo de que le conociera. Si tan solo pudiera librarse de ese inmenso nerviosismo que le dominaba.

~*_ *_*_*~

Eran las ocho de la noche y Kibum acompañado de Taemin y Jinwoon trataba de localizar a su esposo, por lo general Minho llegaba a las seis de la tarde caso contrario le avisaba de su retraso. Ya que el alto no le había llamado, Kibum le había pedido a Jinwoon que localizara a los guardaespaldas de su esposo y en ese momento su amigo terminaba de hablar con uno de ellos: - Dice que tu esposo está en el departamento de su primo, hace poco llegaron ahí, antes llevaron a Minho de aquí a su antiguo departamento para buscar unos papeles…

- Sí, ya te lo dije omma. Antes de que fuera a la escuela me pidió que te dijera que iría a buscar esos papeles a su departamento y que luego vendría aquí para estar contigo – contó Taemin.

- Pero entonces ¿Por qué nunca llegó y prefirió irse al departamento de su primo? Ni siquiera me contesta el celular… - tenía un mal presentimiento de todo eso, pero debía tranquilizarse por el bien de su bebé. – No tengo el número de Jonghyun… ¿Tú lo tienes Jinwoon? – pidió a su guardaespaldas, ya que había trabajado con él tal vez lo tendría.

- Sí, permíteme le marco – ofreció Jinwoon buscando enseguida entre sus contactos y colocándose el celular en el oído, pero enseguida contestó: - Lo tiene apagado.

Kibum al escuchar aquello se angustió aún más: - Entonces iré a buscar a Minho a ese departamento, aquí está pasando algo raro y quiero saber qué es – decidido a ejecutar sus palabras, Kibum fue por su abrigo.

- Omma, ¿Estás seguro de ir a buscar a Minho a ese lugar? – le preguntó Taem, una vez que Kibum bajó listo para partir.

- Por supuesto. No sé por qué Minho me está evitando, pero lo vamos a saber hoy mismo.

- Pero si no te ha contactado debe ser por algo, Kibum.

- ¿Y qué quieres que haga? No voy a esperar hasta que se le dé la gana de venir….

- Por favor Kibum, no te alteres… eso le hace daño al bebé. – le pidió Taemin tratando de tranquilizarlo.

- Pero es que quiero a Minho, aquí, conmigo y me desespera no saber lo que pasa…- sollozó el rubio.

- Kibum, qué te parece si yo voy a buscar a tu esposo y tú te quedas aquí con Taemin, en cuanto sepa algo te llamo – ofreció preocupado Jinwoon, Kibum estaba demasiado nervioso y eso no era bueno.

Kibum tan solo asintió cabizbajo.

~*_ *_*_*~

Aquellos videos eran una confirmación de que, lo que Jonghyun siempre había sospechado pero que por respeto y aprecio a su primo nunca se había atrevido a confirmar, era totalmente cierto.

Un demacrado Minho había llegado al departamento de su primo y entonces sin soportar el peso figurativo de lo que contenían aquellos videos, le entregó el paquete.

Jonghyun, sorprendido por el estado de su primo y curioso por el paquete en sus manos, lo primero que hizo luego de dejarlo entrar fue revisar el contenido de aquel paquete, observando extrañado los CDS y con una aprobación silenciosa de Minho colocó el primer CD en su aparato reproductor. Enseguida las imágenes se reprodujeron en su pantalla LCD y aunque al principio ni el mismo lo pudo creer, después de ver el resto de videos e incluso leer el contenido de la tarjeta de memoria, sintió tristeza por su primo y odio por Kibum.

Era cierto que nunca le había gustado Kibum para su primo, pero jamás pensó que sus prejuicios y malos pensamientos fueran verdaderos. Pero Kim Kibum se iba a enterar de que nadie se metía con su familia y menos con su primo más querido:

- Sé que esto debí hacerlo antes de que te casaras con él, pero mandaré a investigar por mi cuenta quien es Kibum y si todo esto es cierto, te prometo que nos la pagará. – aseguró.

- No sé qué hacer…. Me duele tanto, Jjong. – con las manos cubriendo su rostro, dijo: - Creí que era la persona con la que pasaría el resto de mi vida pero todo es una mentira, él no es quien yo creía.

- Apenas comprobemos que todo lo que contienen esos discos es verdad, lo denunciaremos a la policía, él debe aprender que nadie se mete con nuestra familia.

- ¿Y mi hijo? No sé si lo correcto sea meterlo a la cárcel, Jonghyun.

- Eso es otro asunto que debemos comprobar. Debemos ordenar un examen de ADN. No puedes estar seguro de que sea tu hijo, Minho.

- No me digas eso, Jong… - gimió el alto, abatido por esa posibilidad.

- Después de ver esos videos… no me extrañaría que el padre fuera su guardaespaldas o algún desconocido. Pero si de verdad es tu hijo… creo que lo mejor será que en cuanto nazca pidas su custodia absoluta, después de todo, Kibum no es una buena influencia para ese bebé, además estará en la cárcel… - su frase fue interrumpida por el sonido del intercomunicador del departamento.

- Señor, Jinwoon pregunta por el señor Choi. Dice que su esposo está muy preocupado porque el señor Choi no se ha comunicado con él. – fueron las palabras pronunciadas por medio del aparato.

- Dile que todo está bien, que Minho se quedará aquí esta noche y que mañana irá a su casa.

- Está bien, señor. – le contestaron terminando así la conversación.

- Ya lo escuchaste, lo mejor será que esta noche la pases aquí. Mañana, con la cabeza fría y los pensamientos más claros lo enfrentarás. Ahora mismo llamo a algunos de mis contactos en la policía, tengo amigos que son muy buenos detectives, te aseguro que mañana mismo sabremos toda la verdad sobre Kibum.

Minho aceptó, levantándose del lugar en el que permanecía sentado y arrastrando sus pies en dirección a una de las habitaciones de aquel departamento.

~*_ *_*_*~

Minho despertó buscando el familiar calor corporal de su esposo. Pero enseguida vinieron a su mente, las imágenes de aquellos videos y la realidad le golpeó abruptamente. El dolor se volvió a apoderar de su pecho porque sabía que ese día, su vida, su feliz vida al lado de Kibum se terminaba.

Más dormido que despierto, observó la hora, ya era más de mediodía; se levantó de la cama y fue a la sala de estar en donde un muy serio Jonghyun hablaba por teléfono.

- Sí, está bien…. Sí, muchas gracias – terminaba de hablar Jonghyun.

- Lo siento mucho, Minho. Acabo de hablar con uno de mis amigos… los detectives, confirmaron todo lo que vimos en los videos, mi amigo dice que en una ocasión Kibum fue detenido debido a una denuncia por estafa, pero a los pocos días la misma persona retiró los cargos, dice que el hombre era casado y con una reputación que cuidar por lo que no le convenía hacer un escándalo de todo eso, sospechan que alguien amenazó con contarle a su familia la costumbre que tenía de recoger jovencitos en clubes nocturnos… y hay algo más – pronunció Jonghyun, como si no quisiera decir lo que venía.

- Dilo de una vez – murmuró Minho.

- Kibum… él, antes de trabajar con ese tipo como estafador, se prostituía. Trabajaba en un prostíbulo en los suburbios, comenzó a los diecisiete años… creo que eso explicaría lo de los abortos.

- ¿Tú crees? – espetó en tono irónico el alto. – No importa si trabajó como prostituto eso no justifica que haya abortado, sólo un monstruo haría eso.

- Creo que es hora de que lo enfrentes, sé que no será fácil pero es algo que tienes que hacer.

- Gracias por tu ayuda, Jong. ¿Te molesta si vengo aquí luego de que todo haya pasado?

- Por supuesto que no. Puedes venir y quedarte el tiempo que quieras – ofreció Jonghyun palmeando a su primo en el hombro en señal de apoyo.

~*_ *_*_*~

Kibum había esperado que Minho lo llamara en algún momento de la mañana, pero nada, ni un mensaje para decirle que estaba bien había recibido. No había dormido debido a la preocupación que sentía, sus ojos hinchados y su rostro pálido denotaban su cansancio. No sabía la razón por la que su esposo había decidido no hablarle ni ir a su casa, pero algo le decía que se trataba de algo grave, también había contemplado la posibilidad de que Minho se hubiese enterado de quien era en realidad, pero rogó con fervor para que no se relacionara con eso.

Taemin, quien no asistió a clases para acompañarlo, se sentó a su lado en la cama. El rubio no había tenido ánimos de levantarse, además sentía un leve malestar en su vientre, no quería arriesgarse así que prefirió quedarse en su cama.

- Omma, ya verás que pronto Minho vendrá y te explicará lo que sucede. Yo sé que más rápido de lo que te imaginas, estarán sonriendo y haciéndose cariñitos.

Kibum sonrió, esperando que Taemin tuviera razón.

Ambos alzaron la mirada al escuchar la puerta principal de la casa cerrándose. Kibum se levantó de la cama sin importarle estar descalzo, bajó las escaleras al encuentro de quien había abierto la puerta, seguro de que se trataba de Minho.

Y no se equivocaba, porque ahí, sentado en uno de los muebles de la sala estaba Minho, serio y mirándolo fijamente.

- ¡Minho, estaba muy preocupado…! – exclamó el rubio, acercándose con los brazos abiertos a su esposo.

- No te acerques y mucho menos me toques – le ordenó con el tono más frío que había oído el rubio.

- ¿Qué pasa Minho? – habló el rubio, congelando su cuerpo en el lugar donde se encontraba en frente del alto.

- Pasa que no es necesario que finjas más, Kibum. Ya lo sé todo, sé de tus planes para asesinarme y quedarte con mi dinero…

Kibum sintió como si le golpearan el rostro cuando Minho le dijo eso, no sabía cómo se había enterado de  la verdad, pero debía tratar de explicarle - ¡No! No, Minho. No es lo que parece, déjame explicarte. – casi rogó el rubio.

- ¿¡Qué me vas a explicar, Kibum!?- gritó. – Que ¿Todo lo que hemos vivido, todos los sentimientos son solo engaños para lograr tu objetivo?

- No Minho, yo en verdad te amo, eres lo mejor que me ha pasado en la vida… por eso yo…

- ¡No me interesa, Kibum!¡ Lo único que quiere es no volver a verte nunca más en mi vida…

- Omma, Minho ¿Qué pasa? – interrumpió Taemin, quien asustado por los gritos bajó al primer piso.

- Esto no te incumbe, Taemin. Así que, por favor, sube a tu cuarto – le ordenó el alto, alterado.

- ¡No! ¡Le estás gritando a Kibum…

- ¡Ve a tu habitación, Taemin! – le mandó con un tono de voz que no dejaba lugar para réplicas.

Taemin, vacilante y asustado hizo lo que Minho le dijo.

- Sólo quiero que sepas que pondré cargos en tu contra por estafa. Tengo las pruebas Kibum, alguno de tus amiguitos se encargó de enviármelas.

- Minho, por favor… - sollozó Minho, tratando de detenerlo cuando éste se dirigió hacia la puerta.

-¡Te dije que no me tocaras! – le gritó, sacudiendo su brazo para que Kibum lo soltara. – Ah, y más te vale no querer escapar. Porque desde este momento estarás vigilado las veinticuatro horas. Además, pasado mañana vendrá alguien a recogerte para llevarte a una clínica, quiero asegurarme de que ese bebé que esperas es mío, de ser así, resígnate a que tampoco lo volverás a ver en cuanto nazca. – expresó determinante, saliendo de la casa.

-¡Minho! ¡Minho! – le llamó Kibum, ahogado en lágrimas y tratando de seguirlo. Pero sintió un dolor punzante en el vientre y solamente pudo doblarse de dolor, abrazando desesperadamente el lugar donde permanecía su hijo.

Jinwoon, quien había permanecido fuera de la casa hasta ese momento, fue en auxilio de Kibum, lo tomó en sus brazos y lo llevó a su habitación a petición del rubio.

Taemin salió de su habitación, encontrándose a Jinwoon con Kibum en sus brazos: - ¿Qué pasó? – preguntó con preocupación.

Jinwoon negó sin saber la respuesta.

- Lo perdí, Taem. Perdí a Minho – pronunció Kibum, llorando profusamente.

Taemin no entendía lo que sucedía pero el estado de Kibum era la prioridad en ese momento. Sabía que Kibum le explicaría más tarde la situación pero en ese instante, lo que necesitaba el rubio era apoyo y cariño. Así que dispuesto a consolar a su “omma”, una vez que Jinwoon lo dejó en su cama; Taemin se acostó junto a Kibum tratando de calmar su llanto susurrándole tiernamente que todo estaría bien. Sin saber que aquello no era cierto porque ya nada en sus vidas sería igual, nada sería lo mismo.