Sólo una Oportunidad (Cap 2)

 ACLARACIONES DEL CAPÍTULO: Antes que nada quiero mencionar las canciones en las que me inspiré para escribir, fueron Hello, Hello y Missing you de Teen Top.
Y bueno, aquí está la segunda parte de este Minific, a leer!!



CAPÍTULO 2
Kibum estaba muy nervioso, no quería que Minho lo rechazara, lo único que pedía era una oportunidad de hablar con él y así se lo dijo. 

     Minho lo miró por un breve momento y lo único que pronunció fue: ― Disculpa, no te conozco, creo que me confundes con alguien― dándose la vuelta y tomando la mano de su acompañante desapareció entre la multitud de estudiantes.


     No supo cuanto tiempo se quedó parado en ese mismo lugar, mirando a la nada mientras unas traviesas lágrimas se escapaban de sus felinos ojos.



     Si alguna cualidad tenía Key, esa era la perseverancia, no se daría por vencido a pesar del claro rechazo de Minho. Pues era imposible que lo hubiera olvidado así sin más, y era más irracional pensar que se había equivocado de persona.


~ *^. ^*~
     Los siguientes días, Kibum trató de hablar con Minho, pero cada vez que lo intentaba, el alto simplemente lo ignoraba, ni una sola palabra le dedicaba, parecía que estaba tratando de hablar con un ser inanimado o que Key no existía para Minho, y esto le dolía en el alma.



     Un nuevo día comenzaba, el sol se alzaba orgulloso en el cielo, un cálido viento soplaba en aquel lugar, haciendo que las hebras doradas del cabello de Kibum bailaran delicadamente. Estaba nuevamente esperando a Minho afuera de su facultad, no sabía que decirle exactamente, pero de alguna forma entablaría una conversación con él. Tenía que hacerlo, Minho debía saber que lo amaba y que si él quisiera podrían tener la relación que tanto anheló en el pasado.


      A lo lejos identificó la silueta de Minho, era difícil de confundirlo debido a su altura. Se le acercó, más decidido que nunca.


― ¿Podemos hablar? ¿Por favor?― dijo suplicante Key plantándose firmemente delante de Minho.
Minho no sabía que decir, no quería hablar con el rubio, porque ¿Qué tendría que decirle?

― No tengo nada que hablar contigo, Key― le respondió con el tono más serio que logró pronunciar, porque en el fondo quería abrazarlo, besarlo y admitir lo mucho que lo extrañaba.

     Key sabía que debía sincerarse en ese momento, porque tal vez no tendría otra oportunidad de hablar con Minho. Respiró profundamente y fijó su mirada en los ojos de Minho. Las palabras que iba a pronunciar salían de su corazón ―: Aunque no lo creas. Te amo Minho, he venido porque quiero que estemos juntos. Porque sin ti, me siento incompleto. Perdóname por favor, me arrepiento de todo lo que te hice. No sabes cuánto me dolió que te hayas ido- musitó con la voz entrecortada.


     Minho nunca esperó esa respuesta por parte del rubio, esa declaración la había escuchado solamente en sus sueños. Tal vez se trataba de uno, y Key nunca había aparecido en Busán, en su nueva universidad.

― ¿No dirás nada?― preguntó Key al observar el mutismo de Minho.
     El alto descartó la idea de que se encontraba en un sueño, cuando disimuladamente pellizcó su brazo, y el dolor era real, por lo que Key sí le había dicho que lo amaba y que se arrepentía del daño que le hizo. Esperó tanto oír esas palabras, que ahora parecían una fantasía. Tenía ganas de lanzarse hacia el rubio, pero no podía ceder tan fácilmente.

― Sabes Key, si me hubieras dicho esto, un año atrás, hubiera caído rendido a tus pies, pero ahora tengo una nueva vida y en ella no estás tú. Si no te has dado cuenta, tengo un hermoso novio, al que amo y respeto. Así que, por el bien de todos es mejor que vuelvas a Seúl, y sigas con tu frívola vida― lo ultimo Minho lo dijo con cierto rencor.


     La verdad es que Key no se había fijado mucho en el susodicho novio, a pesar de los celos que sintió al verlos juntos, él no le importaba, porque aunque Minho dijera lo contrario, sabía que aún lo amaba. Aunque el alto trataba de disimular, su tono de voz era puro reproche y resentimiento pero sus ojos eran los mismos de siempre, tenían el mismo brillo intenso de siempre, ese brillo que le decía a Key cuán profundo era el amor que le prodigaba el alto.

― No importa lo que digas o hagas, ese noviecito tuyo tampoco importa, porque yo sé que me amas tanto como yo te amo a ti― dijo seguro Key sin perder contacto visual con Minho.― He cambiado Minho, lo he hecho, ya no dependo de nadie para sobrevivir,  conseguí un empleo como asistente de diseño en una editorial de esta ciudad, mis estudios en la Facultad de Diseño de esta Universidad son cubiertos por una beca― Key no pudo contener las lágrimas que ahora se deslizaban por su pálida mejilla― y lo más importante Minho, nadie me ha tocado desde la última vez que tú lo hiciste.


     Y ahora sí que Minho creía estar alucinando. ¿Podría creerle a Key, que no había sido tocado por ningún hombre en un año? Si el rubio disfrutaba el sexo más que nada. No pudo evitar esbozar una risa nerviosa antes de hablar: ― ¿Quieres que crea eso Key? ¿Por quién me tomas?


― No estoy mintiendo Minho, si tan solo hubieras esperado un día más antes de desaparecer… Yo… me di cuenta que tenía sentimientos por ti, fui a tu facultad para que habláramos, pero no te encontré, ni ese día ni ningún otro.― Key retiró bruscamente una lágrima de su mejilla con su mano. – Si vine aquí es por ti, porque te amo y quiero que me perdones, por favor Minho.

     Key parecía tan sincero y Minho tenía un inmenso y noble corazón. Aún cuando Key le causó mucho daño, le creía, creía en el cambio del rubio. Key ya no tenía la misma mirada arrogante de siempre, no creía que fuera a tomarse tantas molestias para venir a buscarlo si no hubiera cambiado, y lo más importante de todo, Minho lo amaba y ya no soportaba ver la tristeza reflejada en lágrimas en el rostro de su rubio. En lo único que ahora pensaba era en que quería besar esos labios acorazonados, limpiar con sus dedos esas horribles lágrimas que arruinaban el bello rostro de su amado.

      Y no pudo más, se acercó a Key, y lo besó, lo besó como si fuera la última vez. Los labios de Kibum eran el cielo, ¡Cuánto los había extrañado! Forzó su lengua hacia el interior de la adictiva boca del rubio, el mismo que respondió complacido juntando su lengua con la de Minho. Y ahora sí, se sentía completo, con Kibum entregándose con ahínco a los movimientos de su boca.

      El aire, tan vital para los seres vivos, les hizo falta, por lo que tuvieron que separarse.

      Kibum no cabía en sí de la felicidad, no podía disimular la inmensa alegría que sentía por haber sido besado por el alto. Su rostro con lagrimas secas, desde hace tiempo que no reflejaba la dicha que ahora sentía.

― Está bien Kibum, tendremos nuestra oportunidad― le dijo Minho tomándolo en sus brazos y volviendo a besarlo. – Pero antes, tengo que aclarar las cosas con Taemin.― dijo después de otro beso

― ¿Quién es Taemin?― quiso saber Key frunciendo el ceño

― Es mi novio, y no quiero hacerle daño, pero creo que eso es inevitable― agregó Minho angustiado.

   Key se aferró en el abrazo de Minho, escondiendo su rostro en el pecho fuerte del alto antes de preguntar ―: ¿Por qué te involucraste con él?, ¿Sabes que cuando los vi juntos, mi primer pensamiento fue que quería golpearlo por estar de meloso contigo?

― La primera vez que lo vi, me recordó a ti ― fue la escueta respuesta de Minho. ― Y ¡Ni se te ocurra Kim Kibum!. Me encanta tu faceta celosa pero no vas a golpear a Taemin, él no se lo merece.― agregó Minho medio en serio medio en broma.

― ¿Cómo puede recordarte a mí? si aparte del cabello rubio, no somos nada parecidos, por lo menos físicamente no.― Key aclaró su garganta― Está bien. Tú me amas a mi ¿cierto?, eso es todo lo que me importa― contestó el rubio besando los labios abultados de Minho.

― Sí. Te amo, a pesar de todo, te amo, nunca he dejado de hacerlo.

― Yo también te amo, mi Minho, sólo mío. – dijo dulcemente Key, y volvieron a unirse en un beso lleno de amor y felicidad. ― Pero quiero que me expliques como es eso de que estás con él porque te recuerda a mí― replicó el rubio con fingido enfado.

Minho solo asintió, volviendo a atrapar posesivamente los labios acorazonados con los suyos.

 ~ *^. ^*~

    Minho sabía que hablar con Taemin iba a ser muy difícil. Pero  era algo que tenía que hacer. Lo citó en su departamento el sábado al mediodía. Le dolía mucho terminar la relación, sabía que le haría daño a Taemin con su resolución, pero más daño le causaría si seguía fingiendo que todo estaba bien, que tenían una relación de pareja normal cuando nada estaba más lejos de la verdad. Minho lo quería, pero era un cariño fraternal y sobretodo se sentía agradecido por el apoyo que le dio todo ese tiempo que sufrió por la falta de Key. Todo aquello sonaba como si solamente se hubiera aprovechado de él y a decir verdad; sí, lo había hecho y se consideraba una pésima persona por eso, pero era tarde para arrepentirse, ahora había que enfrentar las consecuencias.


El mediodía llegó y Taemin golpeaba la puerta del departamento del alto. 

     Apenas vio a Minho abrir la puerta se lanzó a sus brazos, pero el tacto de Minho se sentía frio, impersonal, lejano. Y cuando vio su rostro se dio cuenta de que algo pasaba, despacio y algo inseguro se alejó de Minho, para preguntar qué es lo que pasaba―: ¿Sucedió algo? ¿Por qué tienes esa cara, Minho?

― Tenemos que hablar seriamente, Tae.

Y Taemin, se preocupó. ¡No podía estar pasando!. Él sabía lo que esas palabras conllevaban. Esas palabras llevaban escondidas el nombre Kibum y su regreso. Desde que lo vio, ahí, parado en frente de la facultad de Minho había estado preocupado de que lograra convencer a Minho de regresar con él, porque, ¿Qué otro motivo tendría para ir a buscarlo a Busán? Trataba de pasar la mayor parte del día con él, pero Minho insistía en que no era necesario, que nada había cambiado, que tenía que realizar sus actividades diarias como antes de que Kibum apareciera. Trataba de acompañarlo a sus clases y a su departamento cuando salía de ellas, pero el alto se había enojado por esa sugerencia. Así que no le quedó nada más que hacer que confiar en Minho. Claramente, había cometido un error.

― No… no… ¡No Minho!― Taemin no pensaba aceptar tan fácilmente que Minho lo dejara – ¡No pudiste haber cedido a los caprichos de ese idiota!― agregó ofuscado, iracundo y con una mirada salvaje.



Minho se sorprendió por la reacción de Taemin, sabía que tendría resistencia, pero este Taemin que estaba delante de él, no era el chico dulce que conoció ― Lo siento tanto, Tae ― le dijo con la vista fija en el suelo. – Sé que no lo entiendes y sé que lo que te voy a decir no te gustará― alzó su mirada y la fijó en la de Taemin. – Ni un solo minuto desde que llegué a esta ciudad he dejado de pensar en Key. Lo amo, puedo ser un estúpido por confiar en él, pero lo hago, aún después de todo, lo amo. Y esa es la principal razón por la que no podemos seguir con lo que tenemos. Te quiero mucho Tae, pero no te amo –. Minho vio cómo el chico derramaba lágrimas, y el también sintió su vista nublada por las mismas, pero continuó hablando –: Te agradezco mucho por permanecer a mi lado cuando más lo necesitaba, pero nunca debí pasar la línea de la amistad, fue mi error y por eso te pido perdón.

Taemin comenzó a reír como si le hubieran contado un chiste demasiado bueno. Cuando se calmó, habló ―: Claro, ¡Qué fácil! Ahora que ya no necesitas un pañuelo de lágrimas, lo tiras a la basura ¿Verdad?― sorbió su nariz, y su tono agresivo cambió drásticamente a uno débil y triste ― ¿Por qué Minho? ¿Por qué no me amas? Mírame― dijo señalándose a sí mismo ― Me teñí el cabello de rubio, cambié mi corte, tengo sus piercings y ¡Hasta huelo como él!― rebatió Taemin volviendo a alzar la voz – ¡¿Acaso no es suficiente?!

―No Taemin, el problema no es que no te parezcas a él, el problema es que no eres él – le contestó Minho lo más sereno posible – Además, nunca debí permitir que cambiaras tu apariencia, fui muy egoísta, lo sé. Lo mejor hubiera sido que no nos conociéramos. Tú mereces a alguien que te ame por quien eres y ese no soy yo. Lo lamento mucho Tae. – agregó el alto dando la espalda a Taemin. 

― Tienes razón― dijo Taemin tranquilo. – Pero te vas a arrepentir de tu decisión. Tarde o temprano te darás cuenta que él no vale la pena – diciendo esto salió del departamento del alto.

Minho entendía la actitud de Taemin. Pero terminar su relación, era lo mejor. Deseó sinceramente que encontrara alguien que lo hiciera feliz.


~ *^. ^*~

El domingo llegó. Minho había acordado encontrarse con Key en el departamento de este. Ese día que decidió darle una oportunidad, después de comerse a besos por un buen rato (sin importar la gente que pasaba cerca de la facultad de Minho, que los veía como bichos raros) quedaron de acuerdo en verse ese día. Kibum le había dicho que el domingo le contaría todo lo que sucedió después de que se fuera de Seúl.

Toda la mañana, desde que llegara Kibum al hogar del alto, se pasaron abrazándose  y besándose, acurrucados uno en los brazos del otro en el cómodo sofá. Las palabras de amor y arrepentimiento era todo en lo que se basaba su conversación. Luego Kibum le contó al alto por todo lo que había pasado desde el día en que desapareció de Seúl; que lo buscó por tierra y cielo y nadie sabía en donde estaba, que incluso fue a la casa del alto a preguntar por él y que a cambio había recibido un golpe en el rostro de parte de la madre de Minho, y que desesperado había sobornado a una trabajadora de su antigua Universidad para que le dijera si Minho había sido transferido a otra. Minho lo miraba escéptico porque no podía creer que justamente el día que se fue, Kibum le hubiera confesado que sentía cosas especiales que iban más allá del sexo como siempre se lo había dicho.

- Es en serio Minho, yo quería hablar contigo, para saber si querías una relación formal conmigo.

- Ay Kibum, si me hubiera esperado un día más, no nos hubiésemos separado- respondió Minho nostálgico.
 
- Pero ya no pensemos en eso ¿sí?, no vale la pena pensar en lo que pudo ser… Mejor pensemos en nuestro futuro, nuestro futuro juntos – dijo el rubio depositando un suave picoteo en la boca del alto.

- Tienes razón Bummie, pero eso sí, voy a hablar con mi madre, no debió ser tan dura contigo.

- No Minho, yo me merecía cada palabra que dijo y… el golpe también, aunque nunca volveré a enfadar a tu madre, tiene la mano dura – bromeó Kibum sujetándose la mandíbula.

 - De cualquier forma gatito, tengo que hablar con ella. Tiene que saber que estamos juntos y…- Kibum lo interrumpió.

- Lo haremos juntos Minho, tengo que decirle y demostrarle cuanto te amo. Espero que quiera escucharme – dijo el rubio con la voz quebrada, pero recordó que Minho aún tenía que explicarle algo -: Pero lo que sí me tienes que aclarar es ¿Por qué dijiste que ese niño… Taemin, te recordó a mí?

- Estaba pensándolo, y creo que  fue porque, la primera vez que nos encontramos, la forma en la que me sonrió, me recordó a ti, me recordó a la sonrisa que me regalaste cuando nos conocimos. Creo que fue porque estaba loco por verte, y hubiera querido que aquella persona que estaba frente a mí, sonriéndome dulcemente, fueras tú – concluyó Minho mirando a su gatito.

Kibum se enterneció por esta declaración, no era que no le importara los sentimientos de aquel niño, pero estaba más que feliz de que Minho nunca dejara de amarlo y extrañarlo -: Lo siento mucho por ese niño, pero estoy contento y aliviado, porque tus sentimientos hacia mí, no han cambiado. Tenía miedo de que alguien ya me hubiera reemplazado, no me equivocaba del todo. Pero tal vez si te encontraba más tarde, él de seguro te conquistaba y hubieras dejado de amarme y no sé que hubiera hecho…

- Ya mi amor, deja de pensar en el “hubiera”. Estamos juntos, esa es la realidad – aseveró el alto acariciando los cabellos rubios del otro.


Y así pasó aquel día. Con Minho y Kibum, conversando de lo vivido en ese año que se separaron, se sentían tan felices que ni cuenta se dieron que ya era la medianoche. Ambos tenían trabajo al día siguiente. Sería el primer día de labores para el rubio, estaba algo nervioso por eso, pero con todos los consejos, besos y caricias de Minho pronto se le olvidaron sus preocupaciones.  Muy a su pesar, Kibum partió hacia su pequeño departamento, no sin antes pronunciar muchos “te amos” y darle a Minho un gran beso.


~ *^. ^*~
Para Kibum era muy importante demostrarle al  alto cuanto lo amaba, trataba de lograrlo poniendo énfasis hasta en el más mínimo detalle. 

Algunos días terminaba sus clases antes o a la misma hora en que lo hacía Minho. Así que lo esperaba afuera de su clase y cuando lo veía salir por la puerta, se le acercaba y lo saludaba con un fogoso beso. No importaba que algunos les vieran con reproche o con… envidia. En ese momento eran los dos y nadie más.
Los fines de semana eran muy esperados por la pareja porque los pasaban juntos. Paseaban por la ciudad, iban al cine o a algún bar o discoteca; o simplemente se sentaban en la banca de algún parque a tomar un helado, disfrutando del paisaje y de la mutua compañía.


~ *^. ^*~

Había pasado dos meses desde que Kibum llegara a Busán, casi dos meses de dicha y felicidad a lado de la persona que más amaba en el mundo. Pero había algo que le preocupaba a Kibum. 

A pesar de que pasaban juntos mucho tiempo, no habían hecho el amor. Key trataba de seducir a Minho, pero este no respondía con más que besos y caricias tiernas. A veces se frustraba tanto que terminaba enojado con Minho, que aparentemente no entendía el por qué de sus pucheros de molestia.


Era sábado por la noche, y  Kibum estaba determinado en que ese sería su último día de abstinencia. Hace casi dos años que no tenía sexo, ahora no sólo quería eso sino que deseaba con todo su corazón hacer el amor con la persona que amaba. Quería entregarse a su apuesto novio como nunca lo había hecho, demostrarle con su cuerpo el inmenso amor que le prodigaba, amor que por poco llega a perder.

Algo que Kibum no se atrevió a decirle a su amor, era que aún antes de que él se fuera de Seúl, no había tenido relaciones con nadie más que el alto. Eso se debía a que de a poco Minho se había ido metiendo en su corazón y con el tiempo ya no toleraba que nadie que no sea el alto lo tocara ni mucho menos lo besara. Aunque ahora no lo admitiría, en el fondo de su corazón siempre había sabido que Minho era especial, que él era el indicado, el único con el que quería compartir su vida.


Estaba muy agradecido por esta nueva oportunidad de demostrarle al alto cuánto lo amaba y por eso preparó para esa noche algo especial…


Nota: se me olvidaba decir que para el próximo hay lemon!! (creo que era obvio Ö) y que además no sé si termine en el próximo porque todavía tengo algo de drama para este minific, y eso, chauuu~

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